John Barnett, quien había dedicado más de tres décadas a Boeing y se había convertido en una figura crucial en la denuncia de prácticas de seguridad cuestionables dentro de la compañía, fue encontrado muerto en circunstancias que han suscitado inquietudes y especulaciones significativas. A la edad de 62 años, su cuerpo fue hallado dentro de su vehículo en el estacionamiento de un hotel en Charleston, Carolina del Sur, presentando una herida de bala que, según los informes preliminares, se presume fue autoinfligida. Esta conclusión, sin embargo, ha planteado más preguntas que respuestas, dada la cronología de los eventos y el contexto en el que ocurrió su muerte.
Barnett había estado activamente involucrado en un litigio contra Boeing, su antiguo empleador, donde alegaba haber sufrido represalias después de revelar preocupaciones sobre la calidad y seguridad en la producción de aviones, en particular el 787 Dreamliner. Sus acusaciones no eran menores: abarcaban desde la instalación de partes subestándar en los aviones hasta serias falencias en los sistemas de oxígeno de emergencia, sugiriendo que hasta un cuarto de estas podrían fallar en una situación crítica.

La muerte de Barnett ocurrió poco después de haber testificado en una deposición relacionada con su caso contra Boeing, lo que ha llevado a especular sobre la presión a la que pudo haber estado sometido y el impacto que esto pudo haber tenido en su estado emocional y psicológico. Los detalles específicos de su testimonio y las posibles implicaciones para Boeing añaden una capa de intriga y complejidad al asunto, alimentando el debate sobre si las circunstancias de su muerte fueron meramente personales o si existen elementos adicionales que merecen una investigación más profunda.
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La investigación en curso sobre las circunstancias de su muerte, liderada por las autoridades locales, es seguida de cerca por la comunidad y por aquellos dentro de la industria aeronáutica y la esfera legal, esperando que arroje luz sobre este caso complejo y sus posibles repercusiones para la seguridad aérea y la cultura corporativa en Boeing.