El mielero verde, un ave nativa de los bosques lluviosos de Centro y Sudamérica, ha sorprendido a la comunidad científica con un caso excepcional de gineandromorfismo bilateral. Este fenómeno, extremadamente raro en las aves, se caracteriza por la división exacta de las características físicas masculinas y femeninas en un mismo individuo. El ave en cuestión, observada en una reserva natural cerca de Manizales, Colombia, presenta plumaje azul brillante y cabeza negra en un lado de su cuerpo, típicos de los machos, y un plumaje verde amarillento en el otro, característico de las hembras.
El descubrimiento fue realizado por el ornitólogo aficionado John Murillo, quien notó al ave inusual en una estación de alimentación para aves en una pequeña granja. Murillo compartió su hallazgo con Hamish Spencer, profesor de zoología de la Universidad de Otago en Nueva Zelanda, quien estaba de vacaciones en Colombia en ese momento. La observación de este mielero verde se extendió durante 21 meses, durante los cuales el ave regresaba regularmente a alimentarse de frutas frescas y agua azucarada proporcionadas por los dueños de la granja.
Los investigadores notaron que el ave no estaba presente todos los días. Parecía permanecer en las inmediaciones durante períodos de aproximadamente 4 a 6 semanas y luego desaparecía durante otras 8 semanas. Además, el ave gineandromorfa solía esperar a que otros pájaros se fueran antes de acercarse a la estación de alimentación. En general, evitaba a otros de su especie, y estos también la evitaban, lo que hacía poco probable que este individuo tuviera alguna oportunidad de reproducirse.
El fenómeno de gineandromorfismo bilateral, observado en esta ave, se cree que es el resultado de un error en la división celular que crea un huevo, permitiendo la fertilización por dos espermatozoides diferentes. Aunque los investigadores no pudieron confirmar si los órganos internos del ave también estaban divididos en masculino y femenino, es probable que así fuera, ya que las aves no tienen hormonas sexuales que inunden todo su cuerpo como en los humanos.