Victor Manuel Rocha, un diplomático de carrera que sirvió en embajadas a lo largo de América Latina, ha sido acusado por el Departamento de Justicia de Estados Unidos de espiar para el servicio de inteligencia de Cuba durante varias décadas. Este caso representa una de las infiltraciones más extensas y de mayor alcance en el gobierno de Estados Unidos por parte de un agente extranjero. Rocha, quien fue embajador en Bolivia, fue arrestado por el Buró Federal de Investigaciones (FBI) el viernes pasado.
La acusación sostiene que Rocha, de 73 años, trabajó para el gobierno comunista de Cuba como un agente encubierto desde al menos principios de la década de 1980 hasta la actualidad. Nacido en Colombia y naturalizado ciudadano estadounidense, Rocha comenzó su carrera en el Departamento de Estado en 1981, ascendiendo rápidamente en las filas como oficial de carrera, y sirviendo en puestos en La Habana, Buenos Aires, Ciudad de México, República Dominicana y Washington.
Durante su carrera diplomática, Rocha tuvo acceso a información no pública, incluyendo datos clasificados, y tuvo la capacidad de influir en la política exterior de Estados Unidos. Las acusaciones en su contra incluyen conspirar para actuar como agente de un gobierno extranjero, actuar como agente de un gobierno extranjero sin consentimiento previo del gobierno y usar un pasaporte estadounidense obtenido mediante declaraciones falsas.
Rocha admitió sus actividades a un agente encubierto del FBI que se hacía pasar por un operativo cubano. En sus encuentros, Rocha se comportó como un agente cubano, refiriéndose constantemente a Estados Unidos como "el enemigo" y usando el término "nosotros" para describirse a sí mismo y a Cuba. Alabó al fallecido líder cubano Fidel Castro y describió su trabajo para Cuba como "un gran slam".