Los científicos han descubierto un efecto inesperado del cambio climático en la rotación de la Tierra. La investigación liderada por Duncan Agnew de la Universidad de California en San Diego destaca cómo el derretimiento acelerado de los hielos polares está alterando la distribución de la masa terrestre, ralentizando su rotación. Esta modificación en la velocidad rotacional del planeta, aunque sutil, podría tener consecuencias a largo plazo en la sincronización global del tiempo, alterando los parámetros establecidos para los segundos intercalares. El estudio publicado en la revista Nature resalta que la redistribución masiva del hielo derretido desde los polos hacia el ecuador es la principal causa de este fenómeno.
El proceso de deshielo polar, especialmente en Groenlandia y la Antártida, ha llevado a un cambio significativo en la distribución de la masa de la Tierra, afectando su velocidad angular y, por ende, la duración del día. Según Agnew, la transferencia de masas desde las regiones polares hacia el ecuador actúa de manera similar a una patinadora artística que extiende sus brazos, reduciendo su velocidad de rotación. Este fenómeno sugiere que la Tierra está girando más lentamente debido a las variaciones en su masa causadas por el deshielo, un hecho que desafía nuestra comprensión previa de los impactos climáticos.
Los expertos recalcan que, aunque el cambio en la velocidad de rotación es mínimo y no perceptible en la vida cotidiana, tiene implicaciones significativas en la precisión del tiempo universal coordinado (UTC). El UTC, que se basa en relojes atómicos extremadamente precisos, debe ajustarse ocasionalmente con segundos intercalares para alinearse con el tiempo solar medio. La desaceleración de la rotación de la Tierra, influida por el cambio climático, podría retrasar la necesidad de introducir un segundo intercalar negativo, una posibilidad que hasta ahora no se había considerado.
La implicación de estos hallazgos es profunda, ya que pone de relieve cómo las actividades humanas y el cambio climático están influyendo en fenómenos geofísicos fundamentales. La medición del tiempo, una constante aparentemente inmutable en la vida humana, ahora está siendo alterada por el impacto humano en el medio ambiente. Esto subraya la urgencia de abordar el cambio climático, no solo por sus efectos directos en el clima y los ecosistemas, sino también por su capacidad para modificar aspectos fundamentales de la realidad terrestre.