El desplazamiento interno en África ha alcanzado cifras alarmantes a finales de 2023, con 35 millones de personas afectadas, según un informe reciente. Este número representa un aumento significativo en comparación con los 11.6 millones de 2009, triplicándose en un período de 14 años.
La principal causa de este desplazamiento masivo se debe a conflictos y violencia, que han forzado a 32.5 millones de personas a abandonar sus hogares, equivalente al 93% del total. Los cinco países más afectados por estas situaciones son la República Democrática del Congo, Etiopía, Nigeria, Somalia y Sudán.
Además de los conflictos, los desastres climáticos han desplazado a 6.3 millones de personas, frente a los 1.1 millones en 2009. Las inundaciones, responsables del 75% de estos desplazamientos, y las sequías, que representan el 11%, son los fenómenos más recurrentes.
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El incremento de los desplazamientos inducidos por desastres ha sido notable en los últimos 15 años, aumentando casi seis veces. En particular, Nigeria ha experimentado un cruce significativo entre violencia y desastres naturales, ya que muchas personas huyen de la violencia de Boko Haram sólo para enfrentarse a desplazamientos adicionales debido a inundaciones recurrentes.
La Convención de Kampala, adoptada en 2009, es el primer instrumento legal vinculante que aborda todas las fases del desplazamiento interno en África. Sin embargo, a pesar de estos esfuerzos legales y de las políticas implementadas por diversos gobiernos, los resultados han sido insuficientes para contrarrestar la combinación letal de conflictos y desastres climáticos incrementando los desplazamientos.
La recopilación de datos sobre desplazamiento interno continúa enfrentando significativos desafíos. Las metodologías inconsistentes y la falta de coordinación entre agencias dificultan un análisis preciso y una respuesta eficaz frente a esta crisis humanitaria.
Con todo, la situación de desplazamiento en África requiere un enfoque multifacético para abordar tanto las causas subyacentes del desplazamiento como para mejorar la resiliencia de las comunidades afectadas.