La ciudad de Río de Janeiro ha emprendido una ambiciosa campaña de reforestación utilizando drones, en un esfuerzo por restaurar áreas urbanas degradadas y combatir los efectos adversos del cambio climático. Esta iniciativa, liderada por la startup francesa Morfo, se centra en áreas que han sido particularmente afectadas por olas de calor recientes y que son de difícil acceso para los métodos de reforestación tradicionales. La tecnología de Morfo permite una siembra eficiente y rápida, capaz de dispersar hasta 180 cápsulas de semillas por minuto, lo que representa una mejora significativa en velocidad y eficacia comparada con los métodos convencionales.
Desde la década de 1980, Río de Janeiro ha visto esfuerzos de reforestación que han cubierto un área equivalente a 3.600 campos de fútbol. Sin embargo, la adopción de drones promete acelerar este proceso de manera exponencial. La secretaria de Medio Ambiente y Clima de la ciudad, Tainá de Paula, ha expresado optimismo sobre los impactos positivos de esta iniciativa, esperando ver resultados significativos en un plazo de dos a cinco años, a medida que los nuevos árboles crezcan y maduren.

El proyecto piloto se está llevando a cabo en la Floresta da Posse, en Campo Grande, parte occidental de Río, donde los drones de Morfo están siendo utilizados para alcanzar áreas que previamente eran inaccesibles para los agentes de reforestación. La municipalidad ha invertido BRL 27,000 en este primer proyecto, demostrando un compromiso tangible con la innovación en la conservación ambiental. La tecnología no solo permite mapear y comenzar la reforestación de grandes áreas en cuestión de semanas, sino que también facilita la plantación de una amplia gama de especies nativas a un costo significativamente menor.
Además de la eficiencia y reducción de costos, la seguridad es otra ventaja destacada del uso de drones para la reforestación. A diferencia de los métodos tradicionales, que requieren una considerable intervención humana y enfrentan riesgos asociados con el acceso a terrenos difíciles, los drones pueden operar en estas condiciones sin poner en peligro a las personas. Aunque la tecnología juega un papel crucial, Morfo enfatiza que la intervención humana sigue siendo esencial para el éxito de sus proyectos, asegurando que los drones complementan pero no reemplazan el esfuerzo humano en la reforestación.