Un estudio reciente llevado a cabo por la Universidad del Sur de California ha revelado que la exposición a días de calor extremo puede acelerar significativamente el envejecimiento biológico humano, particularmente en adultos mayores. Utilizando datos de 3,686 participantes con una edad promedio de 68 años, los investigadores calcularon el impacto del calor en tres relojes biológicos epigenéticos: PCPhenoAge, PCGrimAge y DunedinPACE, que evalúan cambios moleculares relacionados con la edad.
El análisis mostró que la exposición a temperaturas extremas puede aumentar la edad biológica en 2.48 años según PCPhenoAge, 1.09 años según PCGrimAge y en 0.05 años según DunedinPACE. Esto implica que una persona podría envejecer hasta 8.48 años en un período de 6 años, cuando normalmente solo habrían acumulado 6 años de envejecimiento biológico natural. El trabajo fue publicado en la revista Science Advances y proporciona evidencia detallada sobre cómo el calor afecta a la epigenética humana.
Los días de calor extremo, definidos según el índice de calor que considera temperatura y humedad, fueron rastreados desde 2010 hasta 2016. Durante este tiempo, el 42.6% de los participantes vivieron días en el nivel de precaución, el 18.6% enfrentaron precaución extrema, y un 2% estuvieron expuestos a niveles de peligro. En promedio anual, las personas experimentaron 126.8 días de calor en el nivel de precaución y 53.8 días de precaución extrema.
Este estrés térmico acumulativo impacta la regulación epigenética, un proceso que influye en cómo las células activan o desactivan genes en respuesta al ambiente. Los investigadores destacaron que estas alteraciones pueden derivar en un aumento de enfermedades crónicas y mayores tasas de mortalidad en adultos mayores, cuya capacidad de termorregulación disminuye con la edad.
Además, se identificó un vínculo entre los días consecutivos de calor extremo y la aceleración de PCPhenoAge. Por ejemplo, un solo día de calor extremo añadido en un periodo de 7 días se asoció con un incremento de 1.07 años en este reloj epigenético. A largo plazo, se observó que regiones más afectadas por altas temperaturas presentaban mayores tasas de envejecimiento biológico.
El estudio también destacó la necesidad urgente de nuevas investigaciones que exploren los mecanismos por los cuales el calor extremo afecta a los humanos. Aunque estudios previos se centraron en animales y plantas, este es uno de los primeros en mostrar una relación directa entre calor y envejecimiento epigenético en humanos.
Los resultados subrayan la importancia de políticas públicas y estrategias para proteger a poblaciones vulnerables, como los adultos mayores, ante temperaturas extremas. Los efectos no se limitan a malestar físico inmediato, sino que tienen consecuencias biológicas duraderas.
Este hallazgo cobra relevancia en un contexto de cambio climático, dado que fenómenos asociados al aumento de calor extremo continuarán en aumento. La adaptación y mitigación de estos efectos serán clave para frenar el impacto negativo en la salud pública global.
En promedio, los adultos mayores de la muestra estudiada enfrentaron 180.6 días al año de temperaturas extremas (sumando niveles de precaución y precaución extrema), más de la mitad del año calendario. Este fenómeno podría exacerbarse aún más con el calentamiento global.