En el centro de rehabilitación de pangolines del Parque Nacional Gorongosa en Mozambique, la veterinaria Mércia Ângela lidera una labor diaria crucial para la conservación del pangolín de Temminck (Smutsia temminckii), una de las especies más afectadas por el tráfico ilegal. Este centro, que abrió en 2018 y comenzó a operar plenamente en 2019, se ha convertido en un baluarte en la lucha contra la extinción de estos animales.
La rutina de Mércia Ângela y su equipo incluye el cuidado y alimentación de los pangolines rescatados. Los animales son alimentados con una dieta especialmente preparada a base de hormigas y termitas. Adicionalmente, se les lleva a pasear entre dos a tres horas diarias en el campo, permitiéndoles alimentarse y jugar en un entorno natural. Este proceso es especialmente crítico para los pangolines juveniles, quienes requieren de una atención más detallada, incluyéndose la administración de leche para aquellos que aún no pueden alimentarse sólidos.
Muchos de los pangolines llegan al centro tras ser rescatados de manos de cazadores furtivos. Estos animales a menudo se encuentran en condiciones deplorables, sufriendo lesiones físicas, enfermedades o deshidratación. El equipo de rehabilitación realiza exámenes físicos exhaustivos para evaluar y tratar estas condiciones, asegurando que los animales reciban el cuidado necesario para su recuperación.
Una vez que se han recuperado por completo, los pangolines son liberados nuevamente en la naturaleza. Sin embargo, este proceso puede ser largo y no siempre es inmediato, ya que el objetivo es garantizar que los animales estén en las mejores condiciones posibles para sobrevivir y prosperar en su hábitat natural.
El tráfico de pangolines es un problema alarmante, exacerbado por la pobreza y el desempleo en la región. La demanda de las escamas de pangolín en países asiáticos, particularmente en China y Vietnam, ha impulsado este comercio ilegal de manera significativa. Entre 2011 y 2013, se estima que entre 116,990 y 233,980 pangolines fueron asesinados debido al tráfico ilegal, representando solo el 10% del volumen estimado de incautaciones.
Además de estos desafíos, Mércia Ângela destaca la importancia de los pangolines para el equilibrio de los ecosistemas. Su rol en la biodiversidad es crucial, y la protección de esta especie refleja un esfuerzo más amplio por conservar la naturaleza y sus delicados equilibrios.
En resumen, el centro de rehabilitación de pangolines en Gorongosa no sólo trabaja en la recuperación de estos animales, sino que también busca crear conciencia sobre la importancia de su preservación y la lucha contra el tráfico ilegal que amenaza su existencia. Los pangolines tienen una lengua extremadamente larga, que puede ser más larga que su propio cuerpo. Esta adaptación les permite capturar y consumir grandes cantidades de hormigas y termitas, constituyendo una parte vital en el control de estas poblaciones de insectos.