El rover Curiosity de la NASA ha realizado un importante hallazgo en su misión exploratoria en Marte, al detectar las moléculas orgánicas más grandes hasta la fecha en una roca de 3.7 mil millones de años de antigüedad. La muestra, extraída en un área conocida como Yellowknife Bay, un antiguo lecho de lago marciano, refuerza las evidencias de que el planeta pudo haber tenido condiciones químicas adecuadas para la vida en el pasado.

Entre las moléculas detectadas se encuentran alcanos de cadena larga como decano (C10H22), undecano (C11H24) y dodecano (C12H26), compuestos asociados con ácidos grasos, que en la Tierra son fundamentales para formar membranas celulares en organismos vivos. Aunque estos compuestos pueden originarse también por procesos no biológicos, su presencia en Marte sugiere un entorno con suficiente complejidad química para haber sostenido vida en algún momento de su historia.
La muestra que permitió este descubrimiento se recogió en mayo de 2013, durante el 279º día marciano (sol) del Curiosity, en un sitio conocido como "Cumberland". Utilizando su taladro, el rover perforó un agujero de 1.5 cm de diámetro y 6.6 cm de profundidad para obtener el material. Los compuestos fueron liberados mediante un proceso denominado "Sample Analysis at Mars" (SAM), donde la muestra se calentó a 850 °C, lo cual permitió su análisis detallado.
El análisis posterior en el laboratorio del rover reveló que los compuestos orgánicos detectados tienden a contener más números pares de átomos de carbono, una característica que en la Tierra está asociada a procesos biológicos. Los investigadores, liderados por Caroline Freissinet, advierten que aunque no puede confirmarse la existencia de vida pasada en Marte, este hallazgo constituye uno de los más prometedores para buscar posibles restos biológicos en el planeta.
Por su parte, el Curiosity está preparando el análisis de una segunda muestra que podría contener compuestos orgánicos aún más grandes. Sin embargo, para determinar con precisión el origen de estas moléculas se necesitarán estudios isotópicos más avanzados que solo pueden realizarse con equipos actualmente disponibles en laboratorios terrestres.
El descubrimiento refuerza la importancia de explorar lugares como Yellowknife Bay, donde condiciones de agua líquida y química orgánica podrían haber permitido la preservación de posibles restos de vida durante miles de millones de años. Este hallazgo es un avance crucial en la búsqueda de vida pasada en Marte y marca un hito en las capacidades de análisis del rover Curiosity.
El taladro utilizado por el rover Curiosity puede perforar rocas con una precisión de menos de dos pulgadas, una habilidad esencial para explorar estratos geológicos en busca de compuestos orgánicos.