En un insólito episodio que ha capturado la atención del mundo deportivo, un grupo de colombianos suplantó a la selección nacional de baloncesto en la Copa de la Amistad, celebrada en Perm, Rusia, a finales de agosto de 2024. El engaño se hizo evidente tras las contundentes derrotas que sufrió el equipo impostor. En su primer partido, el falso equipo colombiano fue derrotado 155 a 53 por el equipo local de Perm. Posteriormente, cayeron 108 a 53 ante Venezuela y 99 a 63 contra un equipo juvenil local.
La Federación Colombiana de Baloncesto, al enterarse de la situación, emitió un comunicado en el que aclaró que nunca recibieron una invitación formal para el torneo y que los jugadores que compitieron no tenían vínculos con la liga profesional colombiana. El presidente de la federación, John Mario Tejada, subrayó que los involucrados eran jugadores amateurs sin experiencia en competiciones profesionales.
Ante el escándalo, la federación presentó una denuncia penal por suplantación e informó del incidente a la Federación Internacional de Baloncesto (FIBA). Por su parte, la Federación Rusa de Baloncesto sostiene que recibió una invitación oficial y una respuesta de la federación colombiana. Este aparente conflicto de versiones ha llevado a especular que los impostores pudieron haber hackeado el correo electrónico de la federación colombiana para enviar una respuesta falsa.
Christian David Mosquera Durán, un joven colombiano residente en Kazán, Rusia, ha sido identificado como uno de los principales involucrados en la trama, ya que su correo electrónico fue utilizado para la supuesta comunicación oficial. Mosquera tiene antecedentes en el baloncesto a nivel universitario y escolar en Colombia, pero carece de experiencia profesional.
La federación colombiana lamenta que este controvertido episodio haya empañado los recientes éxitos del baloncesto en el país, especialmente los logros de la selección femenina, que ha tenido actuaciones destacadas en el torneo sudamericano celebrado en Chile.
La investigación continúa, y las consecuencias de este incidente podrían alterar la dinámica y la reputación del baloncesto colombiano en el ámbito internacional. Las autoridades deportivas están trabajando en estrecha colaboración para esclarecer los hechos y sancionar a los responsables.