Estados Unidos propone a Ucrania un acuerdo que implicaría reconocer la anexión de Crimea por parte de Rusia y ceder el control sobre regiones de Lugansk, Donetsk, Zaporiyia y Jersón, que en conjunto suponen aproximadamente el 20% del territorio ucraniano. El planteamiento considera que Ucrania no ingrese a la OTAN, aunque sí a la Unión Europea, además del levantamiento de sanciones internacionales a Rusia. Esta propuesta ha sido caracterizada como una “oferta final” según medios estadounidenses.
Las negociaciones han tenido como marco reuniones en Londres con participación de funcionarios de EE.UU., Reino Unido, Francia, Alemania y Ucrania. La cancelación de la asistencia del secretario de Estado Marco Rubio disminuyó el perfil de las discusiones. Las conversaciones buscan un alto el fuego inmediato y el reconocimiento de la presencia rusa en Crimea de facto, así como la soberanía rusa de iure, conforme a los términos avanzados por Washington.
El presidente ucraniano Volodímir Zelenski ha rechazado tajantemente cualquier propuesta que implique renunciar a Crimea, subrayando que tal medida sería inconstitucional y que Ucrania no aceptaría un “conflicto congelado disfrazado de paz”. La vice primera ministra Yulia Sviridenko reafirmó que su país no considerará acuerdos que descarten garantías de seguridad sustitutivas ante la negativa de ingreso a la OTAN.
En el ámbito militar, recientes ataques rusos han elevado la tensión. El 22 de abril, un bombardeo destruyó parcialmente un bloque de apartamentos en Zaporizhzhia, y el 23 de abril, un ataque con dron en Marhanets causó al menos nueve muertos y cerca de 50 heridos. Estos episodios han sido destacados por Kiev como evidencia de la continuidad del conflicto y la falta de garantías en los planteamientos de cese al fuego.
La Comisión Europea, por su parte, reiteró la postura de que “Crimea es Ucrania”, y ha defendido que ningún pacto puede alcanzarse sin la plena participación de las autoridades ucranianas. Desde el inicio de la invasión rusa a gran escala en 2022, Ucrania ha recibido aproximadamente 300,000 millones de dólares en ayuda internacional.
Las negociaciones continúan marcadas por la desconfianza y por profundas diferencias sobre el reconocimiento territorial y las futuras garantías de seguridad para Ucrania.