Un análisis conjunto entre SourceMaterial y The Guardian ha expuesto el impacto de los centros de datos operados por Amazon, Microsoft y Google en el consumo de agua, especialmente en áreas propensas a la escasez hídrica. Actualmente, se identifican 38 centros de datos activos en regiones afectadas, mientras están en desarrollo 24 adicionales. En total, las tres empresas gestionan un mapa mundial de 632 centros de datos, una cifra que podría incrementarse en un 78% como parte de sus planes de expansión impulsados por la creciente demanda de computación en la nube e inteligencia artificial.
El consumo de agua por parte de estos centros representa una preocupación crítica. Microsoft, en 2023, reportó que el 42% de su agua proviene de "áreas con estrés hídrico", mientras que Google reconoció que el 15% de su consumo se realizó en zonas de alta escasez. Aunque Amazon no proporcionó cifras específicas, la construcción de nuevos centros de datos en Aragón, España, ilustra el volumen de agua consumido: hasta 755,720 metros cúbicos al año, cantidad suficiente para irrigar 233 hectáreas de maíz. Además, Amazon ha solicitado aumentar en un 48% su consumo de agua en centros ya operativos en la misma región.
Este crecimiento también tiene implicaciones energéticas considerables. Se estima que solo los nuevos centros de Amazon en Aragón consumirán más electricidad que toda la región actualmente. En paralelo, la combinación de estas operaciones con las condiciones climáticas de España, donde el 75% del territorio enfrenta riesgo de desertificación, agrava aún más las preocupaciones ambientales.
Las críticas no se han hecho esperar. Un experto en sostenibilidad de Amazon cuestionó la ética de expandir operaciones en áreas con altos niveles de estrés hídrico, mientras grupos de activistas en España han solicitado una moratoria para nuevas construcciones de centros de datos en el país. Ante estas controversias, Amazon ha anunciado que compensará esfuerzos a través de proyectos con los que esperan ser "positivos en agua" para 2030; actualmente, la empresa dice compensar el 41% del agua utilizada en regiones consideradas insostenibles. Por su parte, Microsoft busca minimizar su impacto mediante innovadoras soluciones de refrigeración que no dependen del agua.
Aunque estas propuestas ofrecen alternativas, los expertos coinciden en que el riesgo para comunidades vulnerables sigue siendo elevado. La expansión sostenida y el uso intensivo de recursos plantean complejos dilemas ambientales y éticos que requieren atención y acción inmediatas.
En España, donde se desarrolla parte de esta controversia, los agricultores suelen usar cantidades comparables de agua para cultivos como el maíz, lo que subraya la escala del recurso requerido para sostener centros de datos.