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Incendios Forestales en Atenas Obligan a la Evacuación de 50,000 Personas

Desde el 11 de agosto de 2024, dos grandes incendios forestales han devastado las afueras de Atenas, Grecia, llevando a la evacuación de más de 50,000 personas en al menos 30 localidades.

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Incendios Forestales en Atenas Obligan a la Evacuación de 50,000 Personas

Desde el 11 de agosto de 2024, dos grandes incendios forestales han devastado las afueras de Atenas, Grecia, llevando a la evacuación de más de 50,000 personas en al menos 30 localidades.

"Estamos enfrentando una situación de emergencia sin precedentes en nuestra región"

- Afirmó el primer ministro Kyriakos Mitsotakis.

12/8/2024

Los incendios, que comenzaron el 11 de agosto de 2024 en la localidad de Varnava, situada a 40 km al norte de Atenas, han generado una catástrofe de enormes proporciones. Varnava, con una población de aproximadamente 1,800 habitantes, fue uno de los primeros lugares afectados. El frente del incendio se extendió rápidamente, alcanzando unos 40 km y calcinando más de 10,000 hectáreas mientras las llamas alcanzaban alturas de hasta 25 metros.

Más de 700 bomberos están trabajando arduamente para contener el fuego, apoyados por 200 camiones, 17 aviones y 15 helicópteros cisterna. Sin embargo, la situación sigue siendo crítica, con 40 rebrotes del incendio registrados desde la madrugada del 12 de agosto.

Las condiciones meteorológicas han complicado aún más el trabajo de los equipos de emergencia. Los incendios han sido alimentados por vientos de hasta 80-90 km/h y temperaturas de hasta 39°C (102°F). El impacto de estas condiciones se ha visto exacerbado por el invierno más cálido jamás registrado en la región y el mes de julio más caluroso del que se tenga memoria, con temperaturas promedio de 27°C, 2.9°C por encima de la media histórica.

La magnitud del desastre ha llevado a la evacuación de localidades históricas como Maratón. Las autoridades han aconsejado a los residentes que permanezcan en interiores con las ventanas cerradas para evitar los efectos del humo y la mala calidad del aire. Al menos 13 ciudadanos y 2 bomberos han sido hospitalizados por quemaduras y problemas respiratorios en la región de Ática.

El primer ministro Kyriakos Mitsotakis, quien regresó de unas vacaciones en Creta para supervisar la respuesta a la crisis, afirmó: "Estamos enfrentando una situación de emergencia sin precedentes en nuestra región". Grecia ha solicitado ayuda a la Unión Europea, obteniendo respuestas de Francia, Italia, República Checa, España y Turquía, que han enviado refuerzos para combatir los incendios.

La situación ha sumido a las comunidades afectadas en un estado de alerta máxima. Los residentes han vivido momentos críticos al intentar salvar sus hogares de las llamas, incurridas en daños significativos y pérdidas materiales aún no cuantificadas. Los expertos pronostican que las condiciones climáticas seguirán siendo peligrosas, aumentando la preocupación por nuevos brotes de fuego.

Este evento ha subrayado la creciente preocupación por el cambio climático y su impacto en la frecuencia e intensidad de los incendios forestales, destacando la necesidad de acciones inmediatas y sostenidas para mitigar estos desastres. Las comunidades y equipos de emergencia continúan enfrentando esta crisis con todos los recursos disponibles, mientras el país se apoya en la solidaridad internacional para superar este desafío sin precedentes. Grecia ha tenido que hacer frente a un aumento notable en la frecuencia e intensidad de incendios forestales en los últimos años, una tendencia alarmante vinculada a la creciente influencia del cambio climático.

Algo Curioso

"Estamos enfrentando una situación de emergencia sin precedentes en nuestra región"

- Afirmó el primer ministro Kyriakos Mitsotakis.

Aug 12, 2024
Colglobal News

Los incendios, que comenzaron el 11 de agosto de 2024 en la localidad de Varnava, situada a 40 km al norte de Atenas, han generado una catástrofe de enormes proporciones. Varnava, con una población de aproximadamente 1,800 habitantes, fue uno de los primeros lugares afectados. El frente del incendio se extendió rápidamente, alcanzando unos 40 km y calcinando más de 10,000 hectáreas mientras las llamas alcanzaban alturas de hasta 25 metros.

Más de 700 bomberos están trabajando arduamente para contener el fuego, apoyados por 200 camiones, 17 aviones y 15 helicópteros cisterna. Sin embargo, la situación sigue siendo crítica, con 40 rebrotes del incendio registrados desde la madrugada del 12 de agosto.

Las condiciones meteorológicas han complicado aún más el trabajo de los equipos de emergencia. Los incendios han sido alimentados por vientos de hasta 80-90 km/h y temperaturas de hasta 39°C (102°F). El impacto de estas condiciones se ha visto exacerbado por el invierno más cálido jamás registrado en la región y el mes de julio más caluroso del que se tenga memoria, con temperaturas promedio de 27°C, 2.9°C por encima de la media histórica.

La magnitud del desastre ha llevado a la evacuación de localidades históricas como Maratón. Las autoridades han aconsejado a los residentes que permanezcan en interiores con las ventanas cerradas para evitar los efectos del humo y la mala calidad del aire. Al menos 13 ciudadanos y 2 bomberos han sido hospitalizados por quemaduras y problemas respiratorios en la región de Ática.

El primer ministro Kyriakos Mitsotakis, quien regresó de unas vacaciones en Creta para supervisar la respuesta a la crisis, afirmó: "Estamos enfrentando una situación de emergencia sin precedentes en nuestra región". Grecia ha solicitado ayuda a la Unión Europea, obteniendo respuestas de Francia, Italia, República Checa, España y Turquía, que han enviado refuerzos para combatir los incendios.

La situación ha sumido a las comunidades afectadas en un estado de alerta máxima. Los residentes han vivido momentos críticos al intentar salvar sus hogares de las llamas, incurridas en daños significativos y pérdidas materiales aún no cuantificadas. Los expertos pronostican que las condiciones climáticas seguirán siendo peligrosas, aumentando la preocupación por nuevos brotes de fuego.

Este evento ha subrayado la creciente preocupación por el cambio climático y su impacto en la frecuencia e intensidad de los incendios forestales, destacando la necesidad de acciones inmediatas y sostenidas para mitigar estos desastres. Las comunidades y equipos de emergencia continúan enfrentando esta crisis con todos los recursos disponibles, mientras el país se apoya en la solidaridad internacional para superar este desafío sin precedentes. Grecia ha tenido que hacer frente a un aumento notable en la frecuencia e intensidad de incendios forestales en los últimos años, una tendencia alarmante vinculada a la creciente influencia del cambio climático.

Los incendios, que comenzaron el 11 de agosto de 2024 en la localidad de Varnava, situada a 40 km al norte de Atenas, han generado una catástrofe de enormes proporciones. Varnava, con una población de aproximadamente 1,800 habitantes, fue uno de los primeros lugares afectados. El frente del incendio se extendió rápidamente, alcanzando unos 40 km y calcinando más de 10,000 hectáreas mientras las llamas alcanzaban alturas de hasta 25 metros.

Más de 700 bomberos están trabajando arduamente para contener el fuego, apoyados por 200 camiones, 17 aviones y 15 helicópteros cisterna. Sin embargo, la situación sigue siendo crítica, con 40 rebrotes del incendio registrados desde la madrugada del 12 de agosto.

Las condiciones meteorológicas han complicado aún más el trabajo de los equipos de emergencia. Los incendios han sido alimentados por vientos de hasta 80-90 km/h y temperaturas de hasta 39°C (102°F). El impacto de estas condiciones se ha visto exacerbado por el invierno más cálido jamás registrado en la región y el mes de julio más caluroso del que se tenga memoria, con temperaturas promedio de 27°C, 2.9°C por encima de la media histórica.

La magnitud del desastre ha llevado a la evacuación de localidades históricas como Maratón. Las autoridades han aconsejado a los residentes que permanezcan en interiores con las ventanas cerradas para evitar los efectos del humo y la mala calidad del aire. Al menos 13 ciudadanos y 2 bomberos han sido hospitalizados por quemaduras y problemas respiratorios en la región de Ática.

El primer ministro Kyriakos Mitsotakis, quien regresó de unas vacaciones en Creta para supervisar la respuesta a la crisis, afirmó: "Estamos enfrentando una situación de emergencia sin precedentes en nuestra región". Grecia ha solicitado ayuda a la Unión Europea, obteniendo respuestas de Francia, Italia, República Checa, España y Turquía, que han enviado refuerzos para combatir los incendios.

La situación ha sumido a las comunidades afectadas en un estado de alerta máxima. Los residentes han vivido momentos críticos al intentar salvar sus hogares de las llamas, incurridas en daños significativos y pérdidas materiales aún no cuantificadas. Los expertos pronostican que las condiciones climáticas seguirán siendo peligrosas, aumentando la preocupación por nuevos brotes de fuego.

Este evento ha subrayado la creciente preocupación por el cambio climático y su impacto en la frecuencia e intensidad de los incendios forestales, destacando la necesidad de acciones inmediatas y sostenidas para mitigar estos desastres. Las comunidades y equipos de emergencia continúan enfrentando esta crisis con todos los recursos disponibles, mientras el país se apoya en la solidaridad internacional para superar este desafío sin precedentes. Grecia ha tenido que hacer frente a un aumento notable en la frecuencia e intensidad de incendios forestales en los últimos años, una tendencia alarmante vinculada a la creciente influencia del cambio climático.

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