La NASA pone en marcha la misión Lunar Trailblazer, destinada a estudiar el agua en la superficie lunar. Este satélite, del tamaño aproximado de un lavavajillas y con un peso de 200 kilogramos (440 libras), será lanzado al espacio desde un cohete SpaceX Falcon 9. Su lanzamiento se realizará como parte de la misión IM-2 de la compañía Intuitive Machines, dentro del programa comercial de la NASA denominado CLPS (Commercial Lunar Payload Services).
El satélite lunar está equipado con dos sofisticados instrumentos científicos diseñados para analizar y mapear el agua en la Luna. El primero es el "High-resolution Volatiles and Minerals Moon Mapper" (HVM3), un espectrómetro infrarrojo que detectará huellas espectrales de diferentes formas de agua y minerales en la superficie. El segundo, el "Lunar Thermal Mapper" (LTM), empleará tecnología de imagen infrarroja multiespectral para calcular propiedades térmicas y analizar la composición mineral del terreno lunar.

El trayecto del Lunar Trailblazer hacia la Luna no será directo. Utilizará una transferencia de baja energía, aprovechando la gravedad del Sol, la Tierra y la propia Luna, lo que permitirá un viaje eficiente durante un periodo estimado de cuatro a siete meses. Este tipo de trayectoria requerirá maniobras de corrección y sobrevuelos adicionales. Una vez en la órbita científica, el satélite operará a unos 100 kilómetros (60 millas) sobre la superficie lunar, completando hasta 12 órbitas al día.
Los objetivos principales de la misión incluyen generar mapas de alta resolución del agua lunar, detectar su ubicación, cantidad y formas, y analizar las variaciones temporales en su distribución. Asimismo, la misión busca ampliar el conocimiento sobre los ciclos del agua en cuerpos sin atmósfera, un tema que resulta fundamental para entender la dinámica de recursos en nuestro sistema solar.
La duración proyectada de Lunar Trailblazer es de dos años, durante los cuales recopilará datos clave que facilitarán el diseño y la planificación de futuras misiones humanas y robóticas hacia la Luna. El satélite tiene una estructura compacta: desplegará paneles solares que extenderán su ancho total a 3.5 metros (11.5 pies) y contará con un sistema de propulsión pequeño pero eficiente para garantizar un uso óptimo de recursos.
La misión Lunar Trailblazer se enmarca en el programa SIMPLEx (Small Innovative Missions for Planetary Exploration). Este programa prioriza proyectos de alto riesgo y bajo costo, haciendo viable financiar misiones científicas más asequibles que puedan compartirse con lanzamientos de misiones principales. Trailblazer es una prueba más del compromiso de la NASA por maximizar el alcance científico bajo presupuestos ajustados.
Este proyecto no solo profundiza en el estudio del agua lunar, sino que refuerza un componente esencial de los proyectos espaciales a largo plazo: la búsqueda de recursos estratégicos. El agua, al ser indispensable para la vida y la producción de combustible espacial, se encuentra en la mira de los futuros planes de colonización y exploración interestelar.