Ciencia

Los Papúes, Genéticamente Aislados Durante 50.000 Años, Portan Genes que Ayudan a su Sistema Inmunológico

Un nuevo análisis genético de más de 120 genomas de papúes ha demostrado la influencia de los genes Denisovanos en la adaptación de estas poblaciones tanto a altitudes elevadas como bajas en Papúa Nueva Guinea.

Ciencia

Los Papúes, Genéticamente Aislados Durante 50.000 Años, Portan Genes que Ayudan a su Sistema Inmunológico

Un nuevo análisis genético de más de 120 genomas de papúes ha demostrado la influencia de los genes Denisovanos en la adaptación de estas poblaciones tanto a altitudes elevadas como bajas en Papúa Nueva Guinea.

"Nuestros hallazgos demuestran la importancia de estudiar poblaciones diversas para entender mejor la biología humana"

- Se menciona en el estudio publicado en Nature Communications.

23/5/2024

Un reciente estudio ha explorado las adaptaciones genéticas de los papúes, quienes han estado aislados genéticamente durante unos 50,000 años. Analizando más de 120 genomas de papúes que habitan en diferentes altitudes, los investigadores encontraron variaciones genéticas significativas que afectan la composición sanguínea, ayudándolos a sobrevivir en sus entornos específicos. Un hallazgo notable es la presencia de genes Denisovanos, antiguos humanos que vivieron en Asia.

Los genes Denisovanos encontrados en los papúes afectan la función de una proteína denominada GBP2, la cual ayuda a combatir los patógenos prevalentes en altitudes bajas, como los parásitos que causan la malaria. Esta proteína podría haber sido seleccionada a lo largo de la evolución para mejorar la resistencia a las infecciones en estos entornos. De este modo, los papúes de tierras bajas presentan una mayor capacidad para combatir enfermedades que no están presentes en altitudes más elevadas.

Además, los papúes de tierras altas muestran mutaciones que les permiten adaptarse a la baja disponibilidad de oxígeno que caracteriza a estas regiones. Estas adaptaciones genéticas son críticas para la supervivencia en altitudes extremas, donde los niveles de oxígeno son mucho menores. Este estudio subraya cómo diferentes poblaciones dentro de una misma especie pueden evolucionar de maneras diversas en respuesta a sus entornos.

Los investigadores destacan la importancia de estas adaptaciones para comprender mejor las características biológicas que permiten a los humanos sobrevivir en distintos hábitats. Este descubrimiento también refleja la complejidad de la evolución humana, donde influencias genéticas ancestrales siguen desempeñando un papel relevante en la salud y la supervivencia.

Algo Curioso
Los Denisovanos, una especie de humanos arcaicos descubiertos a partir de un pequeño fragmento de dedo en una cueva en Siberia, son conocidos principalmente por su contribución genética a poblaciones modernas.

Impacto de Entornos Extremos en la Genética

El estudio, publicado en Nature Communications, fue realizado por un equipo de genetistas que analizaron secuencias de genoma completo de papúes de tierras altas y bajas, recopiladas por el proyecto Papuan Past. Los datos revelan diferencias clave en la adaptación genética a sus respectivos entornos. En concreto, las variantes genéticas en los papúes de tierras altas están relacionadas con el recuento de glóbulos rojos, lo que les permite adaptarse mejor a la baja disponibilidad de oxígeno en altitudes extremas.

Por otro lado, las variantes genéticas en los papúes de tierras bajas están asociadas con una mayor proporción de glóbulos blancos, ayudando al cuerpo a combatir los patógenos presentes en estas áreas, como la malaria. Estas adaptaciones indican una selección evolutiva que ha permitido a estas poblaciones sobrevivir a los desafíos únicos de sus entornos. La comparación de genomas reveló adaptaciones genéticas específicas que no se observan en otras poblaciones humanas.

El estudio también destacó la importancia de las adaptaciones genéticas en la función inmunológica. Los genes Denisovanos, en particular, parecen haber jugado un papel crucial en la resistencia a infecciones en las tierras bajas, proporcionando una ventaja evolutiva significativa. Este componente genético, heredado de una especie humana extinta, subraya la complejidad de la evolución y la interacción entre diferentes especies humanas a lo largo del tiempo.

Estas diferencias genéticas no solo son fascinantes desde una perspectiva evolutiva, sino que también tienen implicaciones prácticas en la medicina. Al entender mejor estas adaptaciones, los científicos pueden desarrollar estrategias más efectivas para tratar enfermedades prevalentes en ciertas regiones geográficas. La genética de poblaciones como la papúa puede proporcionar valiosos conocimientos para la biomedicina y la antropología.

Contribuciones de los Denisovanos

La influencia de los genes Denisovanos en las poblaciones papúes es uno de los aspectos más intrigantes del estudio. Estos genes no solo han contribuido a la capacidad de combate contra diversas infecciones, sino que también han proporcionado mecanismos únicos de adaptación a los desafíos ambientales. Los Denisovanos son una especie de humanos arcaicos que se extinguieron hace miles de años, pero su legado genético persiste en las poblaciones modernas de Papúa Nueva Guinea.

Los hallazgos sugieren que la introducción de genes Denisovanos en los papúes pudo haber ocurrido cuando los humanos modernos se establecieron en la región hace unos 50,000 años. Esta mezcla genética habría proporcionado una ventaja selectiva crucial en entornos donde patógenos específicos, como los parásitos de la malaria, representan una amenaza constante para la supervivencia. La adaptabilidad de estas poblaciones refleja una historia evolutiva compleja y multifacética.

Más allá de las implicaciones de salud, estos descubrimientos también proporcionan una visión más profunda de la historia de la migración humana y el intercambio genético entre diferentes especies de homínidos. Las interacciones entre los humanos modernos y los Denisovanos no solo enriquecieron el acervo genético, sino también nuestras capacidades para adaptarnos a una variedad de entornos hostiles. Al estudiar estos patrones, se puede arrojar luz sobre el comportamiento y las culturas de nuestros antepasados.

En última instancia, la genética de los papúes y su relación con los Denisovanos destaca la importancia de estudiar la variabilidad genética humana a escala global. Estos conocimientos no solo enriquecen nuestra comprensión de la historia humana, sino que también pueden informar futuros enfoques en el tratamiento de enfermedades y la biomedicina. La genética de poblaciones aisladas como la de Papúa Nueva Guinea sigue siendo un campo fértil para descubrimientos científicos.

"Nuestros hallazgos demuestran la importancia de estudiar poblaciones diversas para entender mejor la biología humana"

- Se menciona en el estudio publicado en Nature Communications.

May 23, 2024
Colglobal News

Un reciente estudio ha explorado las adaptaciones genéticas de los papúes, quienes han estado aislados genéticamente durante unos 50,000 años. Analizando más de 120 genomas de papúes que habitan en diferentes altitudes, los investigadores encontraron variaciones genéticas significativas que afectan la composición sanguínea, ayudándolos a sobrevivir en sus entornos específicos. Un hallazgo notable es la presencia de genes Denisovanos, antiguos humanos que vivieron en Asia.

Los genes Denisovanos encontrados en los papúes afectan la función de una proteína denominada GBP2, la cual ayuda a combatir los patógenos prevalentes en altitudes bajas, como los parásitos que causan la malaria. Esta proteína podría haber sido seleccionada a lo largo de la evolución para mejorar la resistencia a las infecciones en estos entornos. De este modo, los papúes de tierras bajas presentan una mayor capacidad para combatir enfermedades que no están presentes en altitudes más elevadas.

Además, los papúes de tierras altas muestran mutaciones que les permiten adaptarse a la baja disponibilidad de oxígeno que caracteriza a estas regiones. Estas adaptaciones genéticas son críticas para la supervivencia en altitudes extremas, donde los niveles de oxígeno son mucho menores. Este estudio subraya cómo diferentes poblaciones dentro de una misma especie pueden evolucionar de maneras diversas en respuesta a sus entornos.

Los investigadores destacan la importancia de estas adaptaciones para comprender mejor las características biológicas que permiten a los humanos sobrevivir en distintos hábitats. Este descubrimiento también refleja la complejidad de la evolución humana, donde influencias genéticas ancestrales siguen desempeñando un papel relevante en la salud y la supervivencia.

Un reciente estudio ha explorado las adaptaciones genéticas de los papúes, quienes han estado aislados genéticamente durante unos 50,000 años. Analizando más de 120 genomas de papúes que habitan en diferentes altitudes, los investigadores encontraron variaciones genéticas significativas que afectan la composición sanguínea, ayudándolos a sobrevivir en sus entornos específicos. Un hallazgo notable es la presencia de genes Denisovanos, antiguos humanos que vivieron en Asia.

Los genes Denisovanos encontrados en los papúes afectan la función de una proteína denominada GBP2, la cual ayuda a combatir los patógenos prevalentes en altitudes bajas, como los parásitos que causan la malaria. Esta proteína podría haber sido seleccionada a lo largo de la evolución para mejorar la resistencia a las infecciones en estos entornos. De este modo, los papúes de tierras bajas presentan una mayor capacidad para combatir enfermedades que no están presentes en altitudes más elevadas.

Además, los papúes de tierras altas muestran mutaciones que les permiten adaptarse a la baja disponibilidad de oxígeno que caracteriza a estas regiones. Estas adaptaciones genéticas son críticas para la supervivencia en altitudes extremas, donde los niveles de oxígeno son mucho menores. Este estudio subraya cómo diferentes poblaciones dentro de una misma especie pueden evolucionar de maneras diversas en respuesta a sus entornos.

Los investigadores destacan la importancia de estas adaptaciones para comprender mejor las características biológicas que permiten a los humanos sobrevivir en distintos hábitats. Este descubrimiento también refleja la complejidad de la evolución humana, donde influencias genéticas ancestrales siguen desempeñando un papel relevante en la salud y la supervivencia.

Algo Curioso
Los Denisovanos, una especie de humanos arcaicos descubiertos a partir de un pequeño fragmento de dedo en una cueva en Siberia, son conocidos principalmente por su contribución genética a poblaciones modernas.

Impacto de Entornos Extremos en la Genética

El estudio, publicado en Nature Communications, fue realizado por un equipo de genetistas que analizaron secuencias de genoma completo de papúes de tierras altas y bajas, recopiladas por el proyecto Papuan Past. Los datos revelan diferencias clave en la adaptación genética a sus respectivos entornos. En concreto, las variantes genéticas en los papúes de tierras altas están relacionadas con el recuento de glóbulos rojos, lo que les permite adaptarse mejor a la baja disponibilidad de oxígeno en altitudes extremas.

Por otro lado, las variantes genéticas en los papúes de tierras bajas están asociadas con una mayor proporción de glóbulos blancos, ayudando al cuerpo a combatir los patógenos presentes en estas áreas, como la malaria. Estas adaptaciones indican una selección evolutiva que ha permitido a estas poblaciones sobrevivir a los desafíos únicos de sus entornos. La comparación de genomas reveló adaptaciones genéticas específicas que no se observan en otras poblaciones humanas.

El estudio también destacó la importancia de las adaptaciones genéticas en la función inmunológica. Los genes Denisovanos, en particular, parecen haber jugado un papel crucial en la resistencia a infecciones en las tierras bajas, proporcionando una ventaja evolutiva significativa. Este componente genético, heredado de una especie humana extinta, subraya la complejidad de la evolución y la interacción entre diferentes especies humanas a lo largo del tiempo.

Estas diferencias genéticas no solo son fascinantes desde una perspectiva evolutiva, sino que también tienen implicaciones prácticas en la medicina. Al entender mejor estas adaptaciones, los científicos pueden desarrollar estrategias más efectivas para tratar enfermedades prevalentes en ciertas regiones geográficas. La genética de poblaciones como la papúa puede proporcionar valiosos conocimientos para la biomedicina y la antropología.

Contribuciones de los Denisovanos

La influencia de los genes Denisovanos en las poblaciones papúes es uno de los aspectos más intrigantes del estudio. Estos genes no solo han contribuido a la capacidad de combate contra diversas infecciones, sino que también han proporcionado mecanismos únicos de adaptación a los desafíos ambientales. Los Denisovanos son una especie de humanos arcaicos que se extinguieron hace miles de años, pero su legado genético persiste en las poblaciones modernas de Papúa Nueva Guinea.

Los hallazgos sugieren que la introducción de genes Denisovanos en los papúes pudo haber ocurrido cuando los humanos modernos se establecieron en la región hace unos 50,000 años. Esta mezcla genética habría proporcionado una ventaja selectiva crucial en entornos donde patógenos específicos, como los parásitos de la malaria, representan una amenaza constante para la supervivencia. La adaptabilidad de estas poblaciones refleja una historia evolutiva compleja y multifacética.

Más allá de las implicaciones de salud, estos descubrimientos también proporcionan una visión más profunda de la historia de la migración humana y el intercambio genético entre diferentes especies de homínidos. Las interacciones entre los humanos modernos y los Denisovanos no solo enriquecieron el acervo genético, sino también nuestras capacidades para adaptarnos a una variedad de entornos hostiles. Al estudiar estos patrones, se puede arrojar luz sobre el comportamiento y las culturas de nuestros antepasados.

En última instancia, la genética de los papúes y su relación con los Denisovanos destaca la importancia de estudiar la variabilidad genética humana a escala global. Estos conocimientos no solo enriquecen nuestra comprensión de la historia humana, sino que también pueden informar futuros enfoques en el tratamiento de enfermedades y la biomedicina. La genética de poblaciones aisladas como la de Papúa Nueva Guinea sigue siendo un campo fértil para descubrimientos científicos.

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