En enero de 2022, la tranquila vida de Ruby Johnson, una residente de Montbello en Denver, Colorado, se vio abruptamente perturbada cuando su hogar fue invadido por un equipo SWAT de la policía de Denver. La redada se basó en una orden de registro obtenida a través de la aplicación "Find My" de Apple, que supuestamente ubicaba un iPhone robado dentro de su residencia. Sin embargo, este evento marcó un grave error de interpretación tecnológica, ya que la ubicación proporcionada por la aplicación era general y no específica.
La situación se agravó cuando Johnson, de 78 años, fue obligada a salir de su casa mientras los oficiales realizaban la búsqueda. La incursión no solo resultó en una violación de su privacidad, sino que también dejó su hogar en un estado de caos, con daños a sus posesiones personales y una profunda huella emocional en su vida. La operación policial no encontró ningún artículo robado, lo que confirmó la falta de involucramiento de Johnson en el caso.
El jurado del Tribunal de Distrito de Denver reconoció la injusticia y violación de los derechos constitucionales de Johnson, otorgándole inicialmente 3.76 millones de dólares en compensaciones. Esta suma fue posteriormente incrementada a 4 millones de dólares por el juez del distrito de Denver, reflejando la gravedad del error y la responsabilidad de la policía en la invasión sin causa probable.