Un análisis arqueológico reciente ha aportado información sorprendente sobre las habilidades médicas de los antiguos egipcios. La investigación, publicada en la revista *Frontiers in Medicine*, examinó dos cráneos antiguos y descubrió que las cirugías para tratar el cáncer ya se practicaban en la civilización egipcia hace más de 4,000 años. Uno de los cráneos, datado entre 2687 y 2345 a.C., pertenecía a un hombre de entre 30 y 35 años y mostraba un tumor cerebral primario y más de 30 lesiones metastásicas. Las marcas de corte halladas alrededor de estas lesiones sugieren que se intentó una intervención quirúrgica para remover el tumor. Este avance reescribe la historia de la medicina, desafiando la creencia de que el Papiro Edwin Smith, del 1600 a.C., contenía la descripción más antigua del cáncer.
El otro cráneo estudiado correspondía a una mujer mayor de 50 años, que vivió entre 664 y 343 a.C. Aunque presentaba una lesión sugestiva de cáncer, también mostraba signos de haber sufrido y sobrevivido a lesiones traumáticas, lo que subraya el conocimiento médico avanzado en el tratamiento de traumas, pero no en la cura del cáncer. Este contraste puntualiza una barrera en la medicina antigua que los egipcios no lograron superar, a pesar de sus avanzados intentos médicos.
Este nuevo descubrimiento sugiere que los antiguos egipcios tenían una comprensión rudimentaria del cáncer y emprendían intentos de tratarlo mediante cirugía, lo que cambia nuestra percepción sobre la evolución de la medicina. Además, evidencia la existencia de una práctica médica que intenta extirpar tumores malignos milenios antes de lo que se pensaba, indicando un temprano interés humano en abordar enfermedades complejas a través de intervención quirúrgica.