En la provincia de Chiang Rai, al norte de Tailandia, Tanyapong Jaikham, un trabajador de fábrica, agricultor y artista, ha logrado una hazaña notable. Utilizando su tierra, ha creado impresionantes representaciones de tres gatos durmiendo, uno de ellos incluso abrazando a un pez. Este proyecto, que combina la agricultura, la ciencia y la creatividad, ha transformado los campos de arroz en gigantescas obras de arte utilizando una técnica inteligente de plantación de cultivos.
Desde octubre, Jaikham ha estado trabajando en este proyecto durante su tiempo libre, empleando varios tipos de plantas de arroz arcoíris para crear estas asombrosas obras. Más de 200 voluntarios colaboraron en la plantación manual del arroz, que crece en varios colores. Trabajando junto a un artista, el equipo utilizó un dron para asegurarse de plantar en los lugares correctos. La inspiración provino del arte Tambo japonés, donde las obras de arte en campos de arroz atraen turistas de todo el mundo.
A medida que las plantas crecen, cambian de tonalidad. “Es crucial posicionar las semillas de arroz con precisión, y el arroz cambiará gradualmente de tono con el tiempo”, explicó Jaikham. Se están construyendo torres de observación especiales en las esquinas de los campos para permitir a los visitantes una vista aérea de las increíbles creaciones. “Esperamos decenas de miles de visitantes para ver el arte en los campos de arroz”, dijo el agricultor artista.
Este proyecto no solo es una demostración de habilidad artística y agrícola, sino que también representa un esfuerzo por atraer turismo y apreciación por el arte y la agricultura en la región. La integración de la innovación con las prácticas agrícolas tradicionales destaca la versatilidad y el potencial creativo de la agricultura, ofreciendo una nueva perspectiva sobre un sector a menudo considerado puramente funcional.