Investigadores de la Universidad de Edimburgo han desarrollado un novedoso proceso biotecnológico que permite convertir residuos plásticos, específicamente tereftalato de polietileno (PET), en paracetamol utilizando la bacteria Escherichia coli genéticamente modificada. El hallazgo, presentado el 23 de junio de 2025 en la revista Nature Chemistry, marca la primera producción documentada de paracetamol a partir de desechos plásticos con el uso de E. coli.
El procedimiento comienza con el PET, comúnmente utilizado en la fabricación de botellas y envases. Este material se descompone en ácido tereftálico, que sirve como base para la síntesis posterior. Mediante manipulación genética, los científicos bloquearon en la E. coli las rutas metabólicas responsables de la síntesis natural de ácido para-aminobenzoico (PABA), forzando a la bacteria a emplear el ácido tereftálico resultante del plástico reciclado.
La conversión se realiza en condiciones de fermentación similares a las empleadas en la industria cervecera. En esta etapa, la E. coli transforma el ácido tereftálico en PABA por medio del reordenamiento químico de Lossen, facilitado por fosfatos intracelulares. Posteriormente, la bacteria recibe dos genes adicionales, uno procedente de un hongo y otro de una bacteria del suelo, que le otorgan la capacidad de transformar el PABA en paracetamol.
El proceso de producción completa se ejecuta en un periodo inferior a 24 horas y logra una eficiencia del 90%, aumentando hasta el 92% bajo condiciones optimizadas de laboratorio. Todo el procedimiento se lleva a cabo a temperatura ambiente y presenta bajas emisiones de carbono, en contraste con los métodos tradicionales de fabricación basados en precursores derivados del petróleo.
Este trabajo demuestra la viabilidad de generar medicamentos a partir de residuos plásticos y subraya el potencial biotecnológico para abordar simultáneamente la contaminación por plásticos y la demanda de fármacos esenciales. Medios internacionales como The Guardian y DW han destacado el avance por su relevancia en la reducción de residuos y en la búsqueda de alternativas sostenibles para la producción farmacéutica. Los detalles del mecanismo, incluidas las modificaciones genéticas y la integración del reordenamiento de Lossen con el metabolismo celular, están publicados en la edición de Nature Chemistry.
Aunque se reconocen desafíos para su implementación a escala industrial, este desarrollo abre nuevas oportunidades para transformar desechos plásticos en productos de alto valor, explorando futuras aplicaciones en síntesis de otros compuestos aprovechando rutas biológicas adaptadas en microorganismos.