Salud

Descubren en hongo mortal un potente agente anticancerígeno para la leucemia

Un equipo dirigido por la profesora Sherry Gao de la Universidad de Pensilvania ha identificado una nueva clase de moléculas, denominadas asperigimicinas, aisladas del Aspergillus flavus —hongo conocido por su alta toxicidad—, que presentan una potente actividad anticancerígena contra células de leucemia, mostrando en laboratorio una eficacia comparable a medicamentos estándar.

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Descubren en hongo mortal un potente agente anticancerígeno para la leucemia

Un equipo dirigido por la profesora Sherry Gao de la Universidad de Pensilvania ha identificado una nueva clase de moléculas, denominadas asperigimicinas, aisladas del Aspergillus flavus —hongo conocido por su alta toxicidad—, que presentan una potente actividad anticancerígena contra células de leucemia, mostrando en laboratorio una eficacia comparable a medicamentos estándar.

"Las asperigimicinas representan una estructura molecular única y muestran un potencial terapéutico notable contra la leucemia"

– Indicó la profesora Sherry Gao, líder de la investigación.

23/6/2025

Investigadores de la Universidad de Pensilvania, bajo la dirección de la profesora Sherry Gao, y con apoyo de los Institutos Nacionales de Salud de EE. UU. y la Fundación Welch, han logrado aislar una nueva clase de compuestos de Aspergillus flavus, un hongo tóxico históricamente relacionado con muertes en excavaciones arqueológicas, como la del faraón Tutankamón en 1922 y la del rey Casimir IV en la década de 1970 en Polonia, donde 10 científicos perecieron tras ingresar a la tumba.


El equipo científico ha identificado un grupo de moléculas denominado asperigimicinas, que corresponden a péptidos ribosomales sintetizados y modificados post-traduccionalmente (RiPPs). Estos compuestos poseen una estructura de heptaciclina y una organización de anillos interconectados no vista previamente. En pruebas de laboratorio, dos de las cuatro variantes obtenidas mostraron actividad anticancerígena significativa sobre células de leucemia, incluso en estado no modificado.


Los investigadores también desarrollaron una variante de asperigimicina conjugada con lípidos, que demostró eficacia equiparable a citarabina y daunorubicina —fármacos aprobados por la FDA para tratar la leucemia— al facilitar su entrada en las células leucémicas en cantidades adecuadas. Este avance fue posible gracias a la identificación del gen SLC46A3, que actúa como canal de entrada específico para la molécula modificada.


El mecanismo de acción de las asperigimicinas consiste en la interrupción de la mitosis mediante el bloqueo de la formación de microtúbulos, proceso esencial para la división celular. La especificidad de esta acción ha sido corroborada, ya que no se detectó eficacia relevante en líneas celulares de cáncer de mama, pulmón o hígado, ni sobre bacterias u otros hongos analizados.


Los hallazgos, publicados en la revista Nature Chemical Biology, subrayan la importancia potencial de los RiPPs de origen fúngico como fuente de nuevos agentes terapéuticos. Los resultados actuales corresponden a pruebas in vitro, y los autores señalan la necesidad de avanzar ahora hacia estudios en modelos animales antes de considerar ensayos clínicos con humanos.


El descubrimiento, sustentado por financiamiento de la Universidad de Pensilvania, la Fundación Welch y los Institutos Nacionales de Salud, sugiere la existencia de otros RiPPs fúngicos con posibles aplicaciones biomédicas, ya que los investigadores lograron identificar clústeres génicos similares en hongos distintos a Aspergillus flavus.

Algo Curioso

"Las asperigimicinas representan una estructura molecular única y muestran un potencial terapéutico notable contra la leucemia"

– Indicó la profesora Sherry Gao, líder de la investigación.

Jun 23, 2025
Colglobal News

Investigadores de la Universidad de Pensilvania, bajo la dirección de la profesora Sherry Gao, y con apoyo de los Institutos Nacionales de Salud de EE. UU. y la Fundación Welch, han logrado aislar una nueva clase de compuestos de Aspergillus flavus, un hongo tóxico históricamente relacionado con muertes en excavaciones arqueológicas, como la del faraón Tutankamón en 1922 y la del rey Casimir IV en la década de 1970 en Polonia, donde 10 científicos perecieron tras ingresar a la tumba.


El equipo científico ha identificado un grupo de moléculas denominado asperigimicinas, que corresponden a péptidos ribosomales sintetizados y modificados post-traduccionalmente (RiPPs). Estos compuestos poseen una estructura de heptaciclina y una organización de anillos interconectados no vista previamente. En pruebas de laboratorio, dos de las cuatro variantes obtenidas mostraron actividad anticancerígena significativa sobre células de leucemia, incluso en estado no modificado.


Los investigadores también desarrollaron una variante de asperigimicina conjugada con lípidos, que demostró eficacia equiparable a citarabina y daunorubicina —fármacos aprobados por la FDA para tratar la leucemia— al facilitar su entrada en las células leucémicas en cantidades adecuadas. Este avance fue posible gracias a la identificación del gen SLC46A3, que actúa como canal de entrada específico para la molécula modificada.


El mecanismo de acción de las asperigimicinas consiste en la interrupción de la mitosis mediante el bloqueo de la formación de microtúbulos, proceso esencial para la división celular. La especificidad de esta acción ha sido corroborada, ya que no se detectó eficacia relevante en líneas celulares de cáncer de mama, pulmón o hígado, ni sobre bacterias u otros hongos analizados.


Los hallazgos, publicados en la revista Nature Chemical Biology, subrayan la importancia potencial de los RiPPs de origen fúngico como fuente de nuevos agentes terapéuticos. Los resultados actuales corresponden a pruebas in vitro, y los autores señalan la necesidad de avanzar ahora hacia estudios en modelos animales antes de considerar ensayos clínicos con humanos.


El descubrimiento, sustentado por financiamiento de la Universidad de Pensilvania, la Fundación Welch y los Institutos Nacionales de Salud, sugiere la existencia de otros RiPPs fúngicos con posibles aplicaciones biomédicas, ya que los investigadores lograron identificar clústeres génicos similares en hongos distintos a Aspergillus flavus.

Investigadores de la Universidad de Pensilvania, bajo la dirección de la profesora Sherry Gao, y con apoyo de los Institutos Nacionales de Salud de EE. UU. y la Fundación Welch, han logrado aislar una nueva clase de compuestos de Aspergillus flavus, un hongo tóxico históricamente relacionado con muertes en excavaciones arqueológicas, como la del faraón Tutankamón en 1922 y la del rey Casimir IV en la década de 1970 en Polonia, donde 10 científicos perecieron tras ingresar a la tumba.


El equipo científico ha identificado un grupo de moléculas denominado asperigimicinas, que corresponden a péptidos ribosomales sintetizados y modificados post-traduccionalmente (RiPPs). Estos compuestos poseen una estructura de heptaciclina y una organización de anillos interconectados no vista previamente. En pruebas de laboratorio, dos de las cuatro variantes obtenidas mostraron actividad anticancerígena significativa sobre células de leucemia, incluso en estado no modificado.


Los investigadores también desarrollaron una variante de asperigimicina conjugada con lípidos, que demostró eficacia equiparable a citarabina y daunorubicina —fármacos aprobados por la FDA para tratar la leucemia— al facilitar su entrada en las células leucémicas en cantidades adecuadas. Este avance fue posible gracias a la identificación del gen SLC46A3, que actúa como canal de entrada específico para la molécula modificada.


El mecanismo de acción de las asperigimicinas consiste en la interrupción de la mitosis mediante el bloqueo de la formación de microtúbulos, proceso esencial para la división celular. La especificidad de esta acción ha sido corroborada, ya que no se detectó eficacia relevante en líneas celulares de cáncer de mama, pulmón o hígado, ni sobre bacterias u otros hongos analizados.


Los hallazgos, publicados en la revista Nature Chemical Biology, subrayan la importancia potencial de los RiPPs de origen fúngico como fuente de nuevos agentes terapéuticos. Los resultados actuales corresponden a pruebas in vitro, y los autores señalan la necesidad de avanzar ahora hacia estudios en modelos animales antes de considerar ensayos clínicos con humanos.


El descubrimiento, sustentado por financiamiento de la Universidad de Pensilvania, la Fundación Welch y los Institutos Nacionales de Salud, sugiere la existencia de otros RiPPs fúngicos con posibles aplicaciones biomédicas, ya que los investigadores lograron identificar clústeres génicos similares en hongos distintos a Aspergillus flavus.

Algo Curioso

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