En Gaza, al menos seis bebés han fallecido en las últimas semanas a causa de la hipotermia, una condición provocada por las severas condiciones climáticas actuales. Las temperaturas nocturnas han caído a 7°C (45°F) y muchos de los 2 millones de residentes se encuentran viviendo en campamentos improvisados tras haber sido desplazados por casi 15 meses de conflicto.
Entre los casos reportados, destaca el de Sila, una bebé de 20 días, cuya madre, Nariman al-Najmeh, la encontró inmóvil. Sila fue trasladada al hospital Nasser en Khan Younis, donde se confirmó que había sufrido "hipotermia severa, llevando a la cesación de signos vitales y eventual muerte". La familia de Sila ha sido desplazada más de 10 veces debido a la guerra. Sila nació en un hospital de campaña británico y su madre enfrentó dificultades para proporcionarle leche y pañales.
Otro bebé, Jumaa, también de 20 días, fue llevado al hospital Al-Aqsa por su padre, Yehia al-Baltran, quien lo encontró frío y sin respuesta. A pesar de los esfuerzos por mantenerlo caliente, murió antes de llegar al hospital. Su hermano gemelo, Ali, permanece en la unidad de cuidados intensivos.
El hospital Nasser reportó además la muerte por hipotermia de dos bebés más, uno de tres días y otro de menos de un mes.
El problema reside en las condiciones de vida dentro de los campamentos improvisados. Las familias viven en tiendas de campaña hechas de sábanas viejas y mantas, lo que permite que el viento y la lluvia entren fácilmente, ofreciendo poca o ninguna protección contra el frío. Las complicaciones aumentan debido a la infraestructura y sanidad deficientes, así como la falta de suministros a resultas de las restricciones impuestas por Israel sobre la ayuda humanitaria. La escasez de alimentos y la malnutrición entre las madres han incrementado los casos de partos prematuros y la incapacidad para amamantar adecuadamente a los bebés.
Según las autoridades de salud locales, al menos cinco bebés murieron por hipotermia en una semana reciente, llevando la preocupación a niveles críticos. La UNICEF ha expresado que estas muertes son prevenibles, destacando las condiciones desesperadas que las familias enfrentan diariamente.
La situación humanitaria podría agravarse aún más con los pronósticos de más lluvia y vientos fuertes en los próximos días. Las organizaciones humanitarias están alertando sobre la necesidad de una intervención urgente para evitar más pérdidas de vidas.