La decisión de Israel de interrumpir las exportaciones de material de seguridad a Colombia ha generado una fuerte reacción por parte del presidente colombiano, Gustavo Petro. Esta medida se tomó en respuesta a los comentarios y postura de Petro sobre la reciente crisis en Medio Oriente, en la que se vio involucrada la milicia palestina Hamás. Petro, en su cuenta de X (anteriormente Twitter), expresó su disposición a suspender las relaciones exteriores con Israel si es necesario, reafirmando su postura contra los actos que él considera genocidios.
El embajador de Israel en Colombia, Gali Dagan, a través de un comunicado, informó sobre la suspensión de las exportaciones. En dicho comunicado, se menciona que la embajadora colombiana en Israel, Margarita Manjarrez, fue convocada para una "conversación de reprimenda" por el subdirector general para América Latina en la Cancillería israelí, Jonathan Peled. Durante esta reunión, se le informó que las declaraciones de Petro fueron recibidas en Israel con "asombro" y se considera que sus comentarios "avivan el antisemitismo" y amenazan la paz de la comunidad judía en Colombia.
La tensión entre ambos países comenzó poco después de la incursión armada de Hamás. Petro comparó la situación en la Franja de Gaza con el campo de concentración de Auschwitz, durante la Segunda Guerra Mundial. Esta comparación generó rechazo por parte de diversas entidades, incluido el Congreso Judío Mundial, que calificó los comentarios de Petro como un insulto a las víctimas del Holocausto y al pueblo judío.
El presidente Petro, en sus declaraciones, también hizo referencia a ciudadanos israelíes como Yair Klein y Rafael Eithan, quienes, según él, tuvieron roles controversiales en la historia de Colombia. Petro sugiere que estos individuos contribuyeron a episodios violentos en el país y espera que, en el futuro, Israel pida disculpas por las acciones de estos ciudadanos en Colombia.