El Gobierno Colombiano, en colaboración con la Comisión Reguladora de Energía y Gas (CREG), ha anunciado un nuevo esquema tarifario que impone multas incrementales según el estrato socioeconómico y el consumo excesivo de energía. Este sistema busca incentivar un uso más eficiente de la energía entre los ciudadanos, ante el continuo riesgo de racionamiento debido a la baja capacidad de los embalses nacionales. Según el último informe, los embalses solo han alcanzado un 29,5% de su capacidad total, lo cual es críticamente bajo.
Los nuevos cargos adicionales serán aplicados de la siguiente manera: para los estratos 1 a 3, cada kilovatio hora (Kvh) adicional consumido respecto al consumo de referencia tendrá un costo 30% superior; para los estratos 4 a 6, este aumento será del 50%; y para el sector comercial e industrial, el costo adicional será del 100%. Estas medidas pretenden moderar el consumo excesivo y recompensar económicamente a aquellos que logren reducir su consumo por debajo de los niveles de referencia.
Adicionalmente, cualquier recaudo adicional obtenido de los consumidores que excedan su consumo de referencia será distribuido como bonificaciones entre aquellos que consuman menos energía de lo estipulado. Esto no solo busca castigar el derroche, sino también premiar la eficiencia y la responsabilidad en el uso de recursos energéticos.
Este nuevo marco tarifario se instaura en un momento crucial, dado que Colombia enfrenta una temporada intermitente de sequías y lluvias debido al Fenómeno del Niño y la transición al Fenómeno de la Niña. La capacidad de adaptarse a estas fluctuaciones climáticas y reducir el consumo energético será fundamental para asegurar la sostenibilidad energética a largo plazo.