El presidente de Colombia, Gustavo Petro, ha tomado la decisión de renegociar los tratados de libre comercio (TLC) que el país mantiene tanto con Estados Unidos como con la Unión Europea. Para esta tarea ha designado a Luis Carlos Reyes, quien recientemente asumió el cargo de ministro de Comercio, tras un desempeño insatisfactorio en la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (DIAN), donde no logró alcanzar las metas de recaudo tributario fijadas junto al ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla.
El punto clave en estas renegociaciones será el artículo que establece el tribunal de resolución de disputas entre los Estados-partes, particularmente en lo que respecta al Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI). Petro ha señalado que considera esta disposición como un atentado contra la soberanía nacional, argumentando que los conflictos de inversión deberían ser resueltos por la justicia colombiana en lugar de tribunales internacionales.
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La decisión se ve fortalecida por un reciente fallo del CIADI, que obligó al Estado colombiano a pagar unos 500 millones de euros a la compañía española Telefónica, lo cual ha provocado un debate sobre la necesidad de modificar este tipo de disposiciones en los tratados de libre comercio. La Cámara Colombo Americana (AmCham Colombia) ha expresado su preocupación, advirtiendo que cualquier intento de renegociar el capítulo 10 del TLC con Estados Unidos, el cual protege la inversión extranjera, podría tener repercusiones negativas para la percepción de Colombia como un destino de inversión.
Por otro lado, el proceso de modificación de estos tratados no será sencillo. Cualquier cambio significativo requeriría la aprobación del Congreso de los Estados Unidos, lo que podría prolongar los debates legislativos. La incertidumbre ha generado opiniones encontradas; José Manuel Restrepo, exministro de Comercio, calificó la propuesta de Petro como “inconveniente y muy dudosa de lograrse”, argumentando que podría poner en riesgo importantes negocios en sectores como el café, las flores, las frutas y la manufactura.
En el contexto político, Colombia asumirá la presidencia de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) a partir del próximo año, lo que añade una capa diplomática a las renegociaciones.
A pesar de la controversia actual, es relevante señalar que Colombia ha tenido éxito en numerosos casos anteriores ante el CIADI, evitando el pago de sumas que superan los 20 billones de pesos colombianos en disputas con empresas como Gas Natural y EcoOro. Estos éxitos previos ilustran la complejidad y las posibles implicaciones de reestructurar estas disposiciones en los TLC.