El asesinato de Brianna Ghey, una joven transgénero de 16 años, perpetrado por Scarlett Jenkinson y Eddie Ratcliffe, ambos de la misma edad, ha sacudido los cimientos de la sociedad británica, no solo por la juventud de los implicados sino por la excepcional brutalidad y la premeditación con la que se llevó a cabo el crimen. Jenkinson, descrita por la jueza como la "fuerza impulsora" detrás del asesinato, ha sido condenada a un mínimo de 22 años de prisión, mientras que Ratcliffe ha recibido una sentencia de 20 años. Este caso ha sido catalogado por el Servicio de Fiscalía de la Corona (CPS) como "uno de los casos más perturbadores" con los que han tenido que lidiar sus abogados.

Ambos adolescentes fueron nombrados públicamente por primera vez antes de la sentencia, después de que la jueza levantara las restricciones de informar, marcando un precedente en la cobertura mediática de crímenes involucrando a menores. La jueza, Mrs Justice Yip, destacó que el asesinato no solo fue planeado y brutal sino que también estuvo motivado, en parte, por la identidad transgénero de Brianna, lo que añade una capa de odio y prejuicio a este ya de por sí trágico suceso.

La relación entre los adolescentes y su víctima, así como los detalles escalofriantes del asesinato, revelan un cuadro sombrío de manipulación, obsesión y violencia. Jenkinson, quien había desarrollado una obsesión con Brianna, manipuló la situación para llevar a cabo su macabro plan, con la ayuda de Ratcliffe. Este último, descrito como un joven tranquilo y estudioso, se vio arrastrado por los planes homicidas de Jenkinson, demostrando la influencia tóxica y dominante que ella ejercía sobre él. Jenkinson le dijo a un psiquiatra que había apuñalado a Brianna "repetidamente" y que lo había encontrado "emocionante", y que la mató porque pensó que Brianna dejaría de ser su amiga. Asesinó a Brianna para “estar siempre con ella”, escuchó el tribunal.
Jenkinson, que estaba obsesionada con los asesinos en serie, también admitió ante el psiquiatra que "tenía la intención de tomar partes del cuerpo de Brianna como muestra". Anteriormente le había dicho a Ratcliffe que quería conservar los "bonitos ojos" de Brianna.
Brianna fue apuñalada 28 veces, pero no hay pruebas de que sus asesinos se hubieran llevado alguna parte de su cuerpo.