El conflicto armado en Sudán ha provocado el desplazamiento de 13 millones de personas, según las Naciones Unidas. De este total, 8.6 millones son desplazados internos y 3.8 millones han buscado refugio fuera de sus hogares. En la región de Darfur, las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF, por sus siglas en inglés) han perpetrado ataques recientes que han dejado más de 400 muertos. Entre el jueves y el sábado de la semana pasada, la ONU verificó 148 fallecimientos, aunque advirtió que la cifra real es superior, ya que no contempla los hechos violentos ocurridos el domingo.
La ofensiva de la RSF incluyó asaltos terrestres y aéreos en los alrededores de El-Fasher, la última capital estatal de Darfur bajo control del ejército sudanés. En medio de estos ataques, al menos 9 trabajadores humanitarios perdieron la vida.
La RSF ha tomado el control del campamento de Zamzam, habitado por más de 700,000 personas, donde miles enfrentan condiciones cercanas a la hambruna. Se estima que aproximadamente 400,000 residentes de Zamzam han sido desplazados tras la ocupación del lugar por parte de las fuerzas paramilitares. Los desplazados relatan haber huido en condiciones de deshidratación severa, extremo agotamiento y bajo situaciones de violencia grave.
La crisis humanitaria en Sudán ha sido calificada por organismos internacionales como la mayor del mundo en la actualidad, con extensas áreas del país afectadas por el hambre. En respuesta a la gravedad de los hechos, una conferencia internacional se llevará a cabo en Londres con la participación de representantes de diversos países coincidiendo con el segundo aniversario del inicio de la guerra civil. El Secretario de Relaciones Exteriores del Reino Unido, David Lammy, anunció la aprobación de un paquete de ayuda humanitaria por £120 millones, equivalentes a unos $158 millones de dólares, destinado a paliar la crisis en Sudán.
El conflicto armado en Sudán ha provocado el desplazamiento de 13 millones de personas, según las Naciones Unidas. De este total, 8.6 millones son desplazados internos y 3.8 millones han buscado refugio fuera de sus hogares. En la región de Darfur, las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF, por sus siglas en inglés) han perpetrado ataques recientes que han dejado más de 400 muertos. Entre el jueves y el sábado de la semana pasada, la ONU verificó 148 fallecimientos, aunque advirtió que la cifra real es superior, ya que no contempla los hechos violentos ocurridos el domingo.
La ofensiva de la RSF incluyó asaltos terrestres y aéreos en los alrededores de El-Fasher, la última capital estatal de Darfur bajo control del ejército sudanés. En medio de estos ataques, al menos 9 trabajadores humanitarios perdieron la vida.
La RSF ha tomado el control del campamento de Zamzam, habitado por más de 700,000 personas, donde miles enfrentan condiciones cercanas a la hambruna. Se estima que aproximadamente 400,000 residentes de Zamzam han sido desplazados tras la ocupación del lugar por parte de las fuerzas paramilitares. Los desplazados relatan haber huido en condiciones de deshidratación severa, extremo agotamiento y bajo situaciones de violencia grave.
La crisis humanitaria en Sudán ha sido calificada por organismos internacionales como la mayor del mundo en la actualidad, con extensas áreas del país afectadas por el hambre. En respuesta a la gravedad de los hechos, una conferencia internacional se llevará a cabo en Londres con la participación de representantes de diversos países coincidiendo con el segundo aniversario del inicio de la guerra civil. El Secretario de Relaciones Exteriores del Reino Unido, David Lammy, anunció la aprobación de un paquete de ayuda humanitaria por £120 millones, equivalentes a unos $158 millones de dólares, destinado a paliar la crisis en Sudán.