El nombramiento de Daniel García-Peña como embajador de Colombia en Estados Unidos fue oficializado por el presidente Gustavo Petro durante la ceremonia de posesión del nuevo canciller, Luis Gilberto Murillo. García-Peña, quien recientemente había sido designado viceministro de Relaciones Exteriores, reemplaza a Murillo en Washington. La designación de García-Peña se interpreta como una estrategia crucial en la política exterior de Petro, quien ha mantenido una postura crítica hacia el poder de Estados Unidos.
García-Peña cuenta con una larga trayectoria en la política colombiana, especialmente en el ámbito de la izquierda. Ha ocupado cargos significativos, como el de Alto Comisionado de Paz durante el gobierno de Ernesto Samper y funcionario en la Alcaldía de Gustavo Petro. Además, ha contribuido en el ámbito académico, destacándose en la Universidad Nacional de Colombia. Su experiencia lo convierte en un representante clave para manejar las relaciones bilaterales en un periodo complejo para la diplomacia colombiana.
El nuevo embajador enfrentará el reto de mantener y fortalecer las relaciones diplomáticas entre Colombia y Estados Unidos, un país que sigue siendo un aliado estratégico, particularmente en temas relacionados con Venezuela y la diáspora venezolana. Esta alianza es esencial para abordar asuntos de seguridad regional, cooperación económica y apoyo a la democracia en la región. García-Peña deberá trasladar a Washington los planteamientos y perspectivas de la administración de Petro, lo cual representa un desafío dada la postura crítica del presidente hacia políticas estadounidenses específicas.
La designación de García-Peña es parte de una serie de cambios en la Cancillería colombiana, donde Murillo ha asumido el cargo de canciller y Jorge Rojas ha sido nombrado viceministro de Relaciones Exteriores. Estos movimientos subrayan la intención de Petro de fortalecer su equipo diplomático y ajustar la política exterior del país hacia una visión más inclusiva y crítica.