En el segundo trimestre de 2024, la economía colombiana mostró signos de recuperación al registrar un crecimiento del 2,1% en comparación con el mismo periodo del año anterior, una cifra notablemente superior al 0,4% reportado en el segundo trimestre de 2023, según datos del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE).
Los meses de abril y mayo fueron especialmente relevantes para este repunte económico, con crecimientos del 5,6% y 2,4% respectivamente, impulsados en gran medida por el sector agrícola y las actividades de entretenimiento. En detalle, la agricultura contribuyó con 1 punto porcentual al crecimiento total, mientras que la administración pública añadió 0,8 puntos porcentuales. Las actividades artísticas aportaron 0,4 puntos porcentuales, seguidas de las actividades inmobiliarias con 0,2 puntos porcentuales. El suministro de servicios públicos, la construcción y las actividades financieras registraron cada una una contribución de 0,1 puntos porcentuales.
Sin embargo, no todos los sectores experimentaron crecimiento. La explotación de minas y canteras cayó un 3,3%, la información y comunicaciones retrocedió un 1,9%, las industrias manufactureras disminuyeron un 1,6% y la construcción de edificaciones bajó un 2,8%, marcando el cuarto trimestre consecutivo de caídas en este último sector.
En cuanto a la inversión, la formación bruta de capital mostró una leve recuperación, creciendo un 1,7% en el segundo trimestre, tras haber sufrido un retroceso del 10,3% en el primer trimestre del mismo año. No obstante, en el primer semestre de 2024, la inversión total presentó una caída del 5,1%.
A medida que el país avanza hacia la segunda mitad del año, los analistas prevén que el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) se mantendrá alrededor del 1% para el primer semestre completo de 2024. Además, la tasa de inversión ha caído a un 14,2% del PIB, un indicador que podría tener repercusiones en el crecimiento potencial a largo plazo de la economía colombiana.
En resumen, mientras ciertos sectores muestran señales prometedoras, otros enfrentan desafíos significativos, lo que pinta un panorama mixto y plantea interrogantes sobre la sostenibilidad del crecimiento económico en Colombia.