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EE. UU. atacó instalaciones nucleares clave en Irán con 125 aviones y bombas de 13 toneladas durante la Operación Martillo de Medianoche

El Pentágono llevó a cabo la operación "Martillo de Medianoche" el 21 de junio de 2025 contra los complejos nucleares iraníes de Fordow, Natanz e Isfahán, empleando un despliegue de 125 aviones y múltiples armas especializadas en un ataque que duró menos de treinta minutos.

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EE. UU. atacó instalaciones nucleares clave en Irán con 125 aviones y bombas de 13 toneladas durante la Operación Martillo de Medianoche

El Pentágono llevó a cabo la operación "Martillo de Medianoche" el 21 de junio de 2025 contra los complejos nucleares iraníes de Fordow, Natanz e Isfahán, empleando un despliegue de 125 aviones y múltiples armas especializadas en un ataque que duró menos de treinta minutos.

"La operación tuvo el efecto deseado"

– Declaró el secretario de Defensa, Pete Hegseth.

22/6/2025

La madrugada del 21 de junio de 2025, el Pentágono ejecutó la operación "Martillo de Medianoche", un ataque dirigido contra tres instalaciones nucleares iraníes: Fordow, Natanz e Isfahán. El despliegue incluyó 125 aeronaves, entre las que se encontraban siete bombarderos estratégicos B-2, especialmente equipados para cargar bombas antibúnker GBU-57 de más de 13,000 kilos cada una. En total, fueron lanzados 75 proyectiles, de los cuales 14 correspondieron a este tipo de bombas de gran penetración.


El ataque se inició a las 18:40 horas en Washington (02:10 en Teherán y 00:40 en España peninsular) y concluyó a las 19:05, logrando mantener el elemento sorpresa debido a la ausencia de resistencia iraní. Además de las bombas lanzadas sobre Fordow y Natanz, el operativo incluyó el disparo de aproximadamente 30 misiles Tomahawk contra Isfahán, en busca de neutralizar los misiles balísticos presentes en el lugar.


La acción militar se desarrolló en un contexto de creciente tensión regional, con negociaciones nucleares recientes entre Estados Unidos e Irán y un ambiente cada vez más hostil entre Irán e Israel. La planificación de la operación requirió varios meses y, como medida de despiste, parte de los bombarderos B-2 fueron desviados hacia el Pacífico, añadiendo un componente estratégico al ataque.


El secretario de Defensa, Pete Hegseth, informó que la operación logró destruir las instalaciones nucleares atacadas, aunque precisó que la evaluación completa de los daños aún está en curso. Por su parte, el Organismo Internacional para la Energía Atómica señaló que no se detectaron niveles significativos de radiación fuera de los complejos, lo que indica que los daños podrían no haber alcanzado la magnitud proclamada inicialmente.


El operativo fue estrictamente confidencial, con un reducido grupo de responsables al tanto de los detalles. Hegseth aseguró que las notificaciones legales al Congreso estadounidense se efectuaron, aunque solo fueron informados legisladores del Partido Republicano.


La acción, caracterizada por un alto nivel de secreto y coordinación, representa uno de los ataques más contundentes realizados por el Pentágono en la región contra la infraestructura nuclear de Irán.

Algo Curioso

"La operación tuvo el efecto deseado"

– Declaró el secretario de Defensa, Pete Hegseth.

Jun 22, 2025
Colglobal News

La madrugada del 21 de junio de 2025, el Pentágono ejecutó la operación "Martillo de Medianoche", un ataque dirigido contra tres instalaciones nucleares iraníes: Fordow, Natanz e Isfahán. El despliegue incluyó 125 aeronaves, entre las que se encontraban siete bombarderos estratégicos B-2, especialmente equipados para cargar bombas antibúnker GBU-57 de más de 13,000 kilos cada una. En total, fueron lanzados 75 proyectiles, de los cuales 14 correspondieron a este tipo de bombas de gran penetración.


El ataque se inició a las 18:40 horas en Washington (02:10 en Teherán y 00:40 en España peninsular) y concluyó a las 19:05, logrando mantener el elemento sorpresa debido a la ausencia de resistencia iraní. Además de las bombas lanzadas sobre Fordow y Natanz, el operativo incluyó el disparo de aproximadamente 30 misiles Tomahawk contra Isfahán, en busca de neutralizar los misiles balísticos presentes en el lugar.


La acción militar se desarrolló en un contexto de creciente tensión regional, con negociaciones nucleares recientes entre Estados Unidos e Irán y un ambiente cada vez más hostil entre Irán e Israel. La planificación de la operación requirió varios meses y, como medida de despiste, parte de los bombarderos B-2 fueron desviados hacia el Pacífico, añadiendo un componente estratégico al ataque.


El secretario de Defensa, Pete Hegseth, informó que la operación logró destruir las instalaciones nucleares atacadas, aunque precisó que la evaluación completa de los daños aún está en curso. Por su parte, el Organismo Internacional para la Energía Atómica señaló que no se detectaron niveles significativos de radiación fuera de los complejos, lo que indica que los daños podrían no haber alcanzado la magnitud proclamada inicialmente.


El operativo fue estrictamente confidencial, con un reducido grupo de responsables al tanto de los detalles. Hegseth aseguró que las notificaciones legales al Congreso estadounidense se efectuaron, aunque solo fueron informados legisladores del Partido Republicano.


La acción, caracterizada por un alto nivel de secreto y coordinación, representa uno de los ataques más contundentes realizados por el Pentágono en la región contra la infraestructura nuclear de Irán.

La madrugada del 21 de junio de 2025, el Pentágono ejecutó la operación "Martillo de Medianoche", un ataque dirigido contra tres instalaciones nucleares iraníes: Fordow, Natanz e Isfahán. El despliegue incluyó 125 aeronaves, entre las que se encontraban siete bombarderos estratégicos B-2, especialmente equipados para cargar bombas antibúnker GBU-57 de más de 13,000 kilos cada una. En total, fueron lanzados 75 proyectiles, de los cuales 14 correspondieron a este tipo de bombas de gran penetración.


El ataque se inició a las 18:40 horas en Washington (02:10 en Teherán y 00:40 en España peninsular) y concluyó a las 19:05, logrando mantener el elemento sorpresa debido a la ausencia de resistencia iraní. Además de las bombas lanzadas sobre Fordow y Natanz, el operativo incluyó el disparo de aproximadamente 30 misiles Tomahawk contra Isfahán, en busca de neutralizar los misiles balísticos presentes en el lugar.


La acción militar se desarrolló en un contexto de creciente tensión regional, con negociaciones nucleares recientes entre Estados Unidos e Irán y un ambiente cada vez más hostil entre Irán e Israel. La planificación de la operación requirió varios meses y, como medida de despiste, parte de los bombarderos B-2 fueron desviados hacia el Pacífico, añadiendo un componente estratégico al ataque.


El secretario de Defensa, Pete Hegseth, informó que la operación logró destruir las instalaciones nucleares atacadas, aunque precisó que la evaluación completa de los daños aún está en curso. Por su parte, el Organismo Internacional para la Energía Atómica señaló que no se detectaron niveles significativos de radiación fuera de los complejos, lo que indica que los daños podrían no haber alcanzado la magnitud proclamada inicialmente.


El operativo fue estrictamente confidencial, con un reducido grupo de responsables al tanto de los detalles. Hegseth aseguró que las notificaciones legales al Congreso estadounidense se efectuaron, aunque solo fueron informados legisladores del Partido Republicano.


La acción, caracterizada por un alto nivel de secreto y coordinación, representa uno de los ataques más contundentes realizados por el Pentágono en la región contra la infraestructura nuclear de Irán.

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