La lengua, a menudo ignorada, puede ofrecer señales importantes sobre la salud general. Su color y apariencia pueden ser indicadores de diversas afecciones. Una lengua roja, conocida como "lengua de fresa," se caracteriza por inflamación y un enrojecimiento notable, a veces cubierto por una capa blanca que se desprende. Las causas comunes incluyen la escarlatina, una infección bacteriana por *Streptococcus pyogenes* que es altamente contagiosa y tratable con antibióticos. Si no se trata, puede provocar fiebre reumática. Otra causa es la enfermedad de Kawasaki, un trastorno inflamatorio grave que afecta principalmente a los niños y requiere atención hospitalaria. El síndrome de shock tóxico, una emergencia médica, también puede presentar una lengua roja y se caracteriza por fiebre alta y una erupción cutánea distintiva.
La lengua blanca puede ser el resultado de infecciones como la candidiasis o de una mala higiene oral. En el caso de la lengua negra, técnicamente llamada "lingua villosa nigra," se observa un alargamiento de las papilas que le da un aspecto peludo. Este fenómeno se asocia frecuentemente con fumar, boca seca y mala higiene.
La lengua azul, un signo de cianosis central, indica problemas graves de oxigenación sanguínea. Esta condición puede deberse a problemas cardíacos o pulmonares y puede ser exacerbada en altitudes elevadas. La cianosis central es considerada una emergencia médica.
Un patrón distinto se observa en la lengua geográfica, con parches de tejido rojo liso que aparecen y desaparecen, dando un aspecto similar a un mapa. Esta condición, presente en el 1% al 3% de la población, suele ser asintomática, aunque algunos experimentan irritación o ardor. Se ha relacionado con la psoriasis, enfermedades alérgicas, asma y diabetes.
La lengua fisurada, marcada por grietas o fisuras, puede estar asociada con deficiencias vitamínicas, boca seca y fumar, aunque las evidencias científicas son variables en este aspecto.
Un mito común sobre la lengua es el "mapa de sabores", que sugiere que diferentes partes de la lengua perciben distintos sabores (dulce en la punta, amargo en la parte posterior). Este concepto es incorrecto; todas las áreas de la lengua pueden detectar todos los sabores, incluyendo el umami.
La apariencia y coloración de la lengua son reflejos directos de la salud interna y pueden señalar la presencia de condiciones serias. Es vital que cualquier cambio significativo en su color o textura sea evaluado por un profesional médico para descartar problemas graves y recibir el tratamiento adecuado. El concepto incorrecto del "mapa de sabores" de la lengua fue popularizado a inicios del siglo XX, pero investigaciones posteriores han demostrado que todas las áreas de la lengua pueden detectar todos los sabores, incluyendo el umami.