El cometa Nishimura, un visitante celestial que ha emergido de las profundidades del espacio, está actualmente trazando su camino a través de nuestro sistema solar, ofreciendo a los observadores de estrellas una oportunidad única de presenciar su paso. Descubierto en agosto, este cometa ha sido notable no solo por su aparición repentina sino también por su impresionante color verde, que ha sido un espectáculo para los observadores de estrellas y un punto de interés para los astrónomos. La razón detrás de su distintivo color verde es la presencia de carbono diatómico en su coma, el cual, al interactuar con la radiación solar, produce ese resplandor verdoso que ha sido capturado en numerosas imágenes.
El cometa, que mide aproximadamente un kilómetro de ancho, pasará a una distancia de 125 millones de km de nosotros, siendo visible a simple vista, aunque los expertos sugieren el uso de binoculares o telescopios para obtener una vista más detallada y apreciar su cola altamente estructurada. Paul Chodas, gerente del Centro de Estudios de Objetos Cercanos a la Tierra de la NASA, enfatizó la necesidad de un buen par de binoculares y conocimiento sobre dónde buscar para poder observar adecuadamente el cometa en el cielo nocturno.
A medida que el cometa Nishimura se acerca al sol, se espera que se vuelva más brillante, alcanzando su punto más cercano a nuestra estrella el 17 de septiembre, antes de comenzar su viaje de regreso fuera de nuestro sistema solar. Este fenómeno ofrece a los astrónomos una oportunidad invaluable para estudiar de cerca el cometa, permitiendo una visión más detallada de su estructura, composición y las interacciones de su coma con la radiación solar, proporcionando así insights valiosos sobre estos antiguos viajeros del sistema solar.
Aunque el cometa Nishimura será visible en el hemisferio norte durante los próximos días, los observadores en el hemisferio sur tendrán su oportunidad de observar este fenómeno celestial hacia finales de mes, una vez que el cometa haya sobrevivido a su paso cercano al sol y comience su viaje de regreso al espacio interestelar. La última visita del cometa a nuestro sistema solar se cree que fue hace aproximadamente 430 años, lo que significa que esta podría ser la única oportunidad en nuestras vidas de observar este objeto celestial.