La Organización Mundial de la Salud, junto con varias sociedades pediátricas, ha recomendado no exponer a los bebés a pantallas durante su primer año de vida. Además, sugieren limitar el consumo de dispositivos electrónicos a un máximo de una hora al día para niños entre dos y cuatro años. Varios estudios han asociado la sobreexposición a pantallas con problemas de desarrollo. Una investigación reciente, liderada por Taku Obara de la Universidad Tohoku de Sendai, Japón, ha realizado un seguimiento a más de 7,000 familias. Los resultados indican que cuanto mayor es la exposición de los bebés a las pantallas, mayor es el riesgo de problemas de retraso en la comunicación y en la resolución de problemas a los 2 y 4 años de edad.
La investigación publicada en JAMA Pediatrics sugiere que existe una relación entre el tiempo de pantalla y los retrasos en el desarrollo. Los investigadores en Japón analizaron datos de encuestas recopiladas de más de 7,000 niños de un año de edad. Descubrieron que aquellos que estuvieron expuestos a pantallas por más de una hora al día parecían tener más retrasos en el desarrollo de habilidades de comunicación, habilidades motoras finas y habilidades para resolver problemas cuando tenían 2, 3 o 4 años.
El estudio no diferenció entre tiempo de pantalla para entretenimiento o para fines educativos. Sin embargo, mostró una relación dosis-respuesta entre el tiempo de pantalla y el desarrollo. "El más tiempo de pantalla que estos bebés tuvieron al año de edad, peores fueron sus hitos de desarrollo a los 2 años, particularmente en el ámbito de la comunicación", menciona la Dra. Jennifer Ashton.
Es esencial destacar que, aunque estos hallazgos son significativos, el estudio no muestra una relación de causa y efecto. Sin embargo, resalta la importancia de limitar el tiempo frente a la pantalla, especialmente durante los primeros años de vida, donde el desarrollo cognitivo y motor es crucial.