Cpl. Waverly B. Woodson Jr., miembro del 320º Batallón de Globos Aerostáticos, jugó un papel crucial en el Día D, el 6 de junio de 1944. A pesar de sufrir heridas graves, Woodson pasó más de 30 horas continuas atendiendo a unos 200 soldados heridos en Omaha Beach. Sin embargo, sus actitudes heroicas no fueron reconocidas adecuadamente durante mucho tiempo debido al racismo y la burocracia imperante en la época.
Después de décadas de ser ignorado, la trayectoria de Woodson finalmente ha sido reevaluada. El senador Chris Van Hollen y el Pentágono confirmaron que Woodson será galardonado póstumamente con la Cruz de Servicio Distinguido, la segunda medalla más alta del Ejército por valor en combate. Este reconocimiento se suma a los esfuerzos continuos de su familia y numerosos defensores que han luchado para que se le otorgue la Medalla de Honor.
El impacto de Woodson durante el Día D se considera trascendental en la historia militar. Sin ningún tipo de descanso, su ardua labor salvó incontables vidas y simboliza la resistencia y el sacrificio de los soldados afroamericanos en una época marcada por la segregación racial. El reconocimiento oficial llega como un esfuerzo simbólico por resarcir una deuda histórica.
El camino hacia este reconocimiento ha sido largo y complicado. Los archivos indican que Woodson había sido nominado para la Medalla de Honor, pero la documentación sobre su hazaña fue supuestamente extraviada. Tanto su familia como diversas figuras públicas han impulsado la reexaminación de su caso, subrayando su heroísmo sin igual.