En una declaración reciente, Ahmed al-Sharaa, líder de Hayat Tahrir al-Sham (HTS), informó que las elecciones en Siria no se llevarán a cabo hasta dentro de cuatro años. Esta decisión se produce tras la caída del régimen de Bashar al-Assad, quien estuvo en el poder durante 53 años. Al-Sharaa explicó que la redacción y aprobación de una nueva Constitución tomará aproximadamente tres años, y que para que cualquier elección sea válida, será necesario realizar un censo poblacional exhaustivo.
Además, Al-Sharaa indicó que es crucial reconstruir el tejido político y social del país tras cinco décadas de dictadura. El líder de HTS resaltó la importancia de entablar un diálogo político entre las diversas facciones sirias y mejorar la infraestructura devastada por la guerra, condiciones consideradas esenciales para llevar a cabo elecciones justas y representativas.
En cuanto a los derechos de la población, Al-Sharaa prometió que su gobierno interino respetará los derechos de las minorías. También destacó que HTS se disolverá en una próxima Conferencia para el Diálogo Nacional, programada para dentro de tres meses, cuando se establecerá un gobierno de transición. Una de las tareas prioritarias de este gobierno interino será mejorar los servicios públicos, con un enfoque particular en el suministro de electricidad. Actualmente, los ciudadanos solo disfrutan de cuatro horas de electricidad al día, pero se espera un progreso significativo en el plazo de un año.
La duración del periodo de transición ha generado un debate en redes sociales y entre los analistas. Ammar Abdulhamid, uno de estos analistas, considera que un plazo de cuatro años es razonable, siempre que el gobierno de transición sea plural y respetuoso con los derechos humanos.
En el ámbito de las relaciones internacionales, Al-Sharaa ha adoptado un tono conciliador hacia potencias como Rusia e Irán, actores fundamentales durante el régimen de Assad. Al-Sharaa subrayó que un desmantelamiento apresurado de las bases militares rusas no sería beneficioso para la estabilidad de la región.
En términos de seguridad, se ha informado de la reciente represión contra los leales a Assad. Casi 300 personas han sido arrestadas en una semana, incluyendo informantes y exsoldados, en cooperación con las poblaciones locales.
Además, la situación en Siria sigue siendo volátil. Un ataque aéreo israelí en las afueras de Damasco ha resultado en la muerte de al menos 11 personas, la mayoría de ellas civiles, reflejando la continua inestabilidad de la región.
Estas medidas y planes buscan establecer un camino hacia la normalización política y social en Siria, con la esperanza de restaurar la paz y la estabilidad tras años de conflicto y dictadura.