Salud

Entamoeba histolytica: el letal parásito que evade al sistema inmune usando fragmentos de células humanas como disfraz

Entamoeba histolytica, responsable de la amebiasis, causa cada año hasta 100,000 muertes en el mundo y ha sido objeto de recientes investigaciones que revelan su sofisticada capacidad para camuflarse y resistir los ataques del sistema inmunológico.

Salud

Entamoeba histolytica: el letal parásito que evade al sistema inmune usando fragmentos de células humanas como disfraz

Entamoeba histolytica, responsable de la amebiasis, causa cada año hasta 100,000 muertes en el mundo y ha sido objeto de recientes investigaciones que revelan su sofisticada capacidad para camuflarse y resistir los ataques del sistema inmunológico.

"El camuflaje molecular de Entamoeba histolytica es extraordinario y dificulta su eliminación por el sistema inmune,"

– Señala el informe publicado en bioRxiv en octubre de 2024.

27/5/2025

Entamoeba histolytica es un parásito unicelular que infecta a aproximadamente 50 millones de personas anualmente, principalmente en regiones con deficiencias en saneamiento básico, provocando amebiasis, una enfermedad asociada con cuadros de diarrea severa y complicaciones potencialmente letales. Entre 50,000 y 100,000 personas mueren cada año a causa de sus complicaciones, incluidas cerca de 70,000 muertes derivadas de abscesos hepáticos graves.


El parásito invade el organismo a través de agua y alimentos contaminados. Una vez dentro del huésped, utiliza un mecanismo denominado trogocitosis, que consiste en “morder” pequeños trozos de las membranas de las células humanas sin consumirlas por completo. Esta estrategia no solo provoca daño celular y fuga de su contenido, sino que además permite a E. histolytica adquirir fragmentos de proteínas humanas, específicamente CD46 y CD55. Estas moléculas, reguladores negativos de la vía del complemento, son cruciales para protegerse frente a la destrucción mediada por el suero del propio huésped, permitiéndole al parásito mimetizarse y escapar de la respuesta inmunológica.


Una investigación publicada en bioRxiv en octubre de 2024 analizó la resistencia de E. histolytica ante la lisis mediada por el complemento. Los resultados mostraron que la lisis depende de la proteína C3, y que la exposición a suero de ratón no induce la destrucción del parásito si éste ha realizado previamente trogocitosis sobre células humanas. Además, se comprobó que la expresión de CD46 o CD55 en la superficie del parásito es suficiente para inhibir la activación del complemento en suero de ratón, señalando que este camuflaje molecular es efectivo incluso entre distintas especies.


El entendimiento genómico del parásito ha arrojado más luz sobre su complejidad biológica. El genoma de E. histolytica, secuenciado en 2005, es cinco veces más grande que el de Salmonella y 2,500 veces más grande que el de HIV, con 8,734 genes identificados tras un proceso de análisis de ocho años. En 2013, se confirmó que emplea inhibición de ARN (RNAi) para regular la expresión de sus genes, y en 2021 se creó una biblioteca de RNAi capaz de inhibir selectivamente cada uno de estos genes, abriendo nuevas oportunidades para el estudio y desarrollo de potenciales tratamientos contra esta infección.


El avance en la comprensión de los mecanismos de evasión inmune y su genómica compleja subraya la dificultad de erradicar a E. histolytica y la urgencia de mejorar la infraestructura sanitaria en las regiones más afectadas. El desarrollo de nuevas estrategias de control y el progreso en biología molecular serán determinantes para enfrentar el impacto persistente de este parásito en la salud pública global.

Algo Curioso

"El camuflaje molecular de Entamoeba histolytica es extraordinario y dificulta su eliminación por el sistema inmune,"

– Señala el informe publicado en bioRxiv en octubre de 2024.

May 27, 2025
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Entamoeba histolytica es un parásito unicelular que infecta a aproximadamente 50 millones de personas anualmente, principalmente en regiones con deficiencias en saneamiento básico, provocando amebiasis, una enfermedad asociada con cuadros de diarrea severa y complicaciones potencialmente letales. Entre 50,000 y 100,000 personas mueren cada año a causa de sus complicaciones, incluidas cerca de 70,000 muertes derivadas de abscesos hepáticos graves.


El parásito invade el organismo a través de agua y alimentos contaminados. Una vez dentro del huésped, utiliza un mecanismo denominado trogocitosis, que consiste en “morder” pequeños trozos de las membranas de las células humanas sin consumirlas por completo. Esta estrategia no solo provoca daño celular y fuga de su contenido, sino que además permite a E. histolytica adquirir fragmentos de proteínas humanas, específicamente CD46 y CD55. Estas moléculas, reguladores negativos de la vía del complemento, son cruciales para protegerse frente a la destrucción mediada por el suero del propio huésped, permitiéndole al parásito mimetizarse y escapar de la respuesta inmunológica.


Una investigación publicada en bioRxiv en octubre de 2024 analizó la resistencia de E. histolytica ante la lisis mediada por el complemento. Los resultados mostraron que la lisis depende de la proteína C3, y que la exposición a suero de ratón no induce la destrucción del parásito si éste ha realizado previamente trogocitosis sobre células humanas. Además, se comprobó que la expresión de CD46 o CD55 en la superficie del parásito es suficiente para inhibir la activación del complemento en suero de ratón, señalando que este camuflaje molecular es efectivo incluso entre distintas especies.


El entendimiento genómico del parásito ha arrojado más luz sobre su complejidad biológica. El genoma de E. histolytica, secuenciado en 2005, es cinco veces más grande que el de Salmonella y 2,500 veces más grande que el de HIV, con 8,734 genes identificados tras un proceso de análisis de ocho años. En 2013, se confirmó que emplea inhibición de ARN (RNAi) para regular la expresión de sus genes, y en 2021 se creó una biblioteca de RNAi capaz de inhibir selectivamente cada uno de estos genes, abriendo nuevas oportunidades para el estudio y desarrollo de potenciales tratamientos contra esta infección.


El avance en la comprensión de los mecanismos de evasión inmune y su genómica compleja subraya la dificultad de erradicar a E. histolytica y la urgencia de mejorar la infraestructura sanitaria en las regiones más afectadas. El desarrollo de nuevas estrategias de control y el progreso en biología molecular serán determinantes para enfrentar el impacto persistente de este parásito en la salud pública global.

Entamoeba histolytica es un parásito unicelular que infecta a aproximadamente 50 millones de personas anualmente, principalmente en regiones con deficiencias en saneamiento básico, provocando amebiasis, una enfermedad asociada con cuadros de diarrea severa y complicaciones potencialmente letales. Entre 50,000 y 100,000 personas mueren cada año a causa de sus complicaciones, incluidas cerca de 70,000 muertes derivadas de abscesos hepáticos graves.


El parásito invade el organismo a través de agua y alimentos contaminados. Una vez dentro del huésped, utiliza un mecanismo denominado trogocitosis, que consiste en “morder” pequeños trozos de las membranas de las células humanas sin consumirlas por completo. Esta estrategia no solo provoca daño celular y fuga de su contenido, sino que además permite a E. histolytica adquirir fragmentos de proteínas humanas, específicamente CD46 y CD55. Estas moléculas, reguladores negativos de la vía del complemento, son cruciales para protegerse frente a la destrucción mediada por el suero del propio huésped, permitiéndole al parásito mimetizarse y escapar de la respuesta inmunológica.


Una investigación publicada en bioRxiv en octubre de 2024 analizó la resistencia de E. histolytica ante la lisis mediada por el complemento. Los resultados mostraron que la lisis depende de la proteína C3, y que la exposición a suero de ratón no induce la destrucción del parásito si éste ha realizado previamente trogocitosis sobre células humanas. Además, se comprobó que la expresión de CD46 o CD55 en la superficie del parásito es suficiente para inhibir la activación del complemento en suero de ratón, señalando que este camuflaje molecular es efectivo incluso entre distintas especies.


El entendimiento genómico del parásito ha arrojado más luz sobre su complejidad biológica. El genoma de E. histolytica, secuenciado en 2005, es cinco veces más grande que el de Salmonella y 2,500 veces más grande que el de HIV, con 8,734 genes identificados tras un proceso de análisis de ocho años. En 2013, se confirmó que emplea inhibición de ARN (RNAi) para regular la expresión de sus genes, y en 2021 se creó una biblioteca de RNAi capaz de inhibir selectivamente cada uno de estos genes, abriendo nuevas oportunidades para el estudio y desarrollo de potenciales tratamientos contra esta infección.


El avance en la comprensión de los mecanismos de evasión inmune y su genómica compleja subraya la dificultad de erradicar a E. histolytica y la urgencia de mejorar la infraestructura sanitaria en las regiones más afectadas. El desarrollo de nuevas estrategias de control y el progreso en biología molecular serán determinantes para enfrentar el impacto persistente de este parásito en la salud pública global.

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