En la madrugada del 22 de mayo de 2025, Johan Helberg, residente desde hace 25 años en una vivienda cercana a Trondheim, Noruega, fue alertado por su vecino Jostein Jorgensen sobre un inusual acontecimiento: un buque de carga de 135 metros de eslora (443 pies), el NCL Salten, había encallado a escasos metros de su casa tras navegar a cerca de 16 nudos, equivalentes a 30 kilómetros por hora, en dirección al poblado de Orkanger.
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La embarcación, operada por North Sea Container Line (NCL), llevaba a bordo a 16 tripulantes de nacionalidades noruega, lituana, ucraniana y rusa. No se reportaron personas heridas ni derrame de petróleo como consecuencia del incidente.
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La alerta inicial fue dada por Jorgensen, quien al escuchar el sonido del barco intentó despertar a Helberg, tocando insistentemente el timbre de su puerta y, ante la falta de respuesta, recurrió a llamarlo por teléfono. Al asomarse, Helberg visualizó que el NCL Salten sobresalía casi sobre su jardín. El único daño material relevado fue una tubería de calefacción dañada en su vivienda.

La policía noruega inició una investigación para esclarecer las causas, identificando a un sospechoso entre la tripulación y manejando entre las hipótesis una posible falla técnica o error humano. Por su parte, Bente Hetland, directora ejecutiva de NCL, afirmó que no existen indicios de intencionalidad en el accidente y que la principal prioridad de la compañía es garantizar la seguridad de los vecinos y del personal marítimo.
Tras el encallamiento, el navío permaneció varado durante varias horas. Un intento inicial de reflote resultó infructuoso, por lo que se planificó una segunda maniobra coincidiendo con la marea alta en horas de la tarde.

El NCL Salten ha presentado antecedentes de incidentes similares, habiendo encallado previamente en Hadsel en 2023 y en Ålesund en 2024. La situación actual no dejó afectaciones mayores además del daño a la infraestructura de la vivienda de Helberg, quien señaló que el desenlace pudo haber sido más grave si el carguero hubiera impactado una formación rocosa contigua al lugar del accidente.