Un tribunal laboral en Londres otorgó una compensación de £361,000 (US$ 480.000) a Richard Assan, un gerente de seguridad negro, tras concluir que fue víctima de discriminación racial y acoso durante su permanencia en la empresa Vigilant Security. Assan se incorporó a la compañía en 2007 y ascendió a gerente de seguridad en mayo de 2018.
La decisión del tribunal señaló un “marcado desequilibrio” racial dentro de la organización, observando que, aunque muchos guardias y líderes de equipo provenían de grupos étnicos minoritarios, la mayoría de los gerentes eran blancos.
Assan presentó varias denuncias formales por discriminación racial durante sus años en Vigilant Security. Uno de los incidentes más significativos ocurrió en junio de 2011, cuando Bill Cowle, ingeniero jefe blanco, lo llamó “esclavo” en un comentario que pretendía ser humorístico. El juez Anthony Snelson determinó que se trataba de una conducta “evidentemente basada en la raza” que causó un “detrimento claro” sobre Assan.
En otro hecho, en julio de 2012, Guy Rampe, gerente de la empresa, preguntó a Assan dónde había aprendido inglés, una expresión que el afectado interpretó como ofensiva. El fallo judicial argumentó que el comportamiento perjudicial hacia Assan estuvo influenciado materialmente por su raza.
En abril de 2016, Assan solicitó una promoción que no fue reconocida por la compañía. El tribunal señaló que el “desequilibrio racial bruto” en los cargos de dirección respaldaba la percepción de Assan sobre la existencia de una cultura empresarial que relegaba a las minorías étnicas a los puestos inferiores, reservando las posiciones de gestión para hombres blancos.
Assan renunció el 6 de abril de 2022, argumentando ser víctima de acoso y racismo continuos desde 2011. La sentencia del tribunal determinó que, aunque los incidentes discriminatorios no fueron el motivo material de su renuncia, sí existió un patrón de victimización que desembocó en su salida. Sus demandas de victimización y despido injusto (constructivo) fueron declaradas válidas.
La suma otorgada de £361,000 contempla daños por lesiones emocionales y personales. En su dictamen, el juez observó además que Assan mostraba una “aguda sensibilidad a la crítica” y una actitud que lo llevaba a considerar cualquier comentario crítico como injustificado.