El Kremlin confirmó que Vladimir Putin no asistirá a las conversaciones de paz en Estambul solicitadas por el presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskyy. En su lugar, la delegación rusa será liderada por Vladimir Medinsky, asistente cercano de Putin y exministro de Cultura, quien ya condujo las negociaciones directas entre Rusia y Ucrania en 2022. Medinsky estará acompañado por el vice-ministro de Defensa, Alexander Fomin; el vice-ministro de Relaciones Exteriores, Mikhail Galuzin; y Igor Kostyukov, jefe de la agencia de inteligencia militar rusa.
Zelenskyy había propuesto un encuentro cara a cara con Putin en Turquía para avanzar en la posibilidad de un acuerdo de paz. Sin embargo, el Kremlin no incluyó en la delegación a figuras de máximo rango diplomático como Yuri Ushakov o Sergei Lavrov, lo que ha sido interpretado como una señal de poco interés en un diálogo sustancial. La presión internacional sobre Putin para asistir se intensificó tras los llamados de Zelenskyy y del presidente estadounidense Donald Trump, quien condicionó su propia presencia a la del mandatario ruso.
El presidente ucraniano permanece en Ankara para reunirse con el presidente turco Recep Tayyip Erdoğan y ha reiterado su disponibilidad para volar a Estambul si Putin accede a participar. La cita diplomática tiene lugar en un contexto de aumento de la tensión entre ambos países. Desde el inicio de la invasión rusa, en febrero de 2022, las fuerzas rusas han ampliado su control territorial principalmente en el este de Ucrania. El conflicto ha tenido graves repercusiones humanitarias: se han registrado más de 12,600 muertes directas y se estima que cientos de miles de soldados han perdido la vida en los combates. Además, Putin enfrenta cargos por crímenes de guerra en la Corte Penal Internacional.
Donald Trump, presidente de Estados Unidos, manifestó en redes sociales que “el líder ruso no quiere un alto el fuego”, aunque instó a Zelenskyy a aceptar la oferta de negociaciones. Líderes internacionales, entre ellos los de Brasil y China, han demandado el retorno a la vía diplomática y subrayan que solo el diálogo podrá resolver la disputa.
La negativa de Putin a comparecer personalmente y la integración de una delegación que, si bien incluye altos funcionarios militares y políticos, deja fuera a los principales responsables de la diplomacia rusa, refleja una estrategia de mínima implicación en el proceso. Por el momento, la situación en Ucrania sigue marcada por la inestabilidad y la ausencia de avances significativos para alcanzar la paz.