Tecnología

Intel Confirma Fallos Irreversibles en Procesadores de 13ª y 14ª Generación

Intel ha reconocido que algunos de sus procesadores de escritorio de 13ª y 14ª generación presentan problemas de inestabilidad y fallos irreversibles. La compañía lanzará un parche para mitigar el problema en agosto, pero no podrá reparar los chips ya dañados.

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Intel Confirma Fallos Irreversibles en Procesadores de 13ª y 14ª Generación

Intel ha reconocido que algunos de sus procesadores de escritorio de 13ª y 14ª generación presentan problemas de inestabilidad y fallos irreversibles. La compañía lanzará un parche para mitigar el problema en agosto, pero no podrá reparar los chips ya dañados.

"Estamos comprometidos a brindar el mejor soporte posible a nuestros usuarios afectados," afirma un portavoz de Intel.

28/7/2024

Intel ha confirmado que los procesadores de escritorio de 13ª y 14ª generación sufren problemas de inestabilidad y fallos debido a voltajes elevados. Este problema afecta a procesadores que consumen 65W o más, incluyendo las variantes K, KF, KS y no-K. Además de la cuestión del voltaje, se identificó un problema de oxidación en el proceso de fabricación que fue corregido el año pasado, aunque la fecha exacta de esta corrección no ha sido especificada.

La compañía ha anunciado que un parche para abordar la raíz del problema estará disponible a mediados de agosto. Sin embargo, este parche no podrá reparar los procesadores que ya han sido dañados. En relación a esto, no se realizará ningún recall de los chips afectados, ni se retirará inventario. Hasta el momento, Intel no ha proporcionado estimaciones sobre la cantidad de chips dañados.

Los usuarios que experimenten síntomas de inestabilidad deben actualizar el BIOS de sus placas madre como medida preventiva y contactar al soporte de Intel para resolver cualquier problema. Si alguna solicitud de RMA ha sido rechazada, se aconseja volver a contactar a la compañía. Intel también recomienda usar una prueba sugerida por Robeytech para identificar problemas en los procesadores.

En cuanto al número de chips afectados, Intel señala que aquellos con un consumo de energía de 65W o más podrían verse comprometidos, aunque no todos necesariamente presentarán problemas. Sobre la extensión de la garantía, no se ha dado una respuesta clara. La opción más recomendada para aquellos con procesadores dañados es reemplazar el chip en lugar de intentar ajustes en la configuración del BIOS.

Intel ha reconocido la gravedad de la situación, pero aun no ha tomado medidas drásticas como un recall o una extensión de garantía. Por lo tanto, es esencial que los usuarios se mantengan informados y sigan las recomendaciones de la compañía para minimizar el riesgo de daños adicionales. Este no es el primer incidente de problemas con procesadores Intel derivados de voltajes altos; la compañía enfrentó una situación similar con algunos de sus modelos de 9ª generación.

Algo Curioso

"Estamos comprometidos a brindar el mejor soporte posible a nuestros usuarios afectados," afirma un portavoz de Intel.

Jul 28, 2024
Colglobal News

Intel ha confirmado que los procesadores de escritorio de 13ª y 14ª generación sufren problemas de inestabilidad y fallos debido a voltajes elevados. Este problema afecta a procesadores que consumen 65W o más, incluyendo las variantes K, KF, KS y no-K. Además de la cuestión del voltaje, se identificó un problema de oxidación en el proceso de fabricación que fue corregido el año pasado, aunque la fecha exacta de esta corrección no ha sido especificada.

La compañía ha anunciado que un parche para abordar la raíz del problema estará disponible a mediados de agosto. Sin embargo, este parche no podrá reparar los procesadores que ya han sido dañados. En relación a esto, no se realizará ningún recall de los chips afectados, ni se retirará inventario. Hasta el momento, Intel no ha proporcionado estimaciones sobre la cantidad de chips dañados.

Los usuarios que experimenten síntomas de inestabilidad deben actualizar el BIOS de sus placas madre como medida preventiva y contactar al soporte de Intel para resolver cualquier problema. Si alguna solicitud de RMA ha sido rechazada, se aconseja volver a contactar a la compañía. Intel también recomienda usar una prueba sugerida por Robeytech para identificar problemas en los procesadores.

En cuanto al número de chips afectados, Intel señala que aquellos con un consumo de energía de 65W o más podrían verse comprometidos, aunque no todos necesariamente presentarán problemas. Sobre la extensión de la garantía, no se ha dado una respuesta clara. La opción más recomendada para aquellos con procesadores dañados es reemplazar el chip en lugar de intentar ajustes en la configuración del BIOS.

Intel ha reconocido la gravedad de la situación, pero aun no ha tomado medidas drásticas como un recall o una extensión de garantía. Por lo tanto, es esencial que los usuarios se mantengan informados y sigan las recomendaciones de la compañía para minimizar el riesgo de daños adicionales. Este no es el primer incidente de problemas con procesadores Intel derivados de voltajes altos; la compañía enfrentó una situación similar con algunos de sus modelos de 9ª generación.

Intel ha confirmado que los procesadores de escritorio de 13ª y 14ª generación sufren problemas de inestabilidad y fallos debido a voltajes elevados. Este problema afecta a procesadores que consumen 65W o más, incluyendo las variantes K, KF, KS y no-K. Además de la cuestión del voltaje, se identificó un problema de oxidación en el proceso de fabricación que fue corregido el año pasado, aunque la fecha exacta de esta corrección no ha sido especificada.

La compañía ha anunciado que un parche para abordar la raíz del problema estará disponible a mediados de agosto. Sin embargo, este parche no podrá reparar los procesadores que ya han sido dañados. En relación a esto, no se realizará ningún recall de los chips afectados, ni se retirará inventario. Hasta el momento, Intel no ha proporcionado estimaciones sobre la cantidad de chips dañados.

Los usuarios que experimenten síntomas de inestabilidad deben actualizar el BIOS de sus placas madre como medida preventiva y contactar al soporte de Intel para resolver cualquier problema. Si alguna solicitud de RMA ha sido rechazada, se aconseja volver a contactar a la compañía. Intel también recomienda usar una prueba sugerida por Robeytech para identificar problemas en los procesadores.

En cuanto al número de chips afectados, Intel señala que aquellos con un consumo de energía de 65W o más podrían verse comprometidos, aunque no todos necesariamente presentarán problemas. Sobre la extensión de la garantía, no se ha dado una respuesta clara. La opción más recomendada para aquellos con procesadores dañados es reemplazar el chip en lugar de intentar ajustes en la configuración del BIOS.

Intel ha reconocido la gravedad de la situación, pero aun no ha tomado medidas drásticas como un recall o una extensión de garantía. Por lo tanto, es esencial que los usuarios se mantengan informados y sigan las recomendaciones de la compañía para minimizar el riesgo de daños adicionales. Este no es el primer incidente de problemas con procesadores Intel derivados de voltajes altos; la compañía enfrentó una situación similar con algunos de sus modelos de 9ª generación.

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