El Tribunal Supremo de Brasil juzgará al expresidente Jair Bolsonaro por presunta participación en un intento de golpe de Estado, tras una determinación unánime de un panel de cinco jueces. La decisión se toma con base en un informe de 884 páginas presentado por la Fiscalía, que argumenta que hay pruebas suficientes para procesar a Bolsonaro por liderar un presunto esquema de conspiración para derrocar al gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva. Los cargos incluyen intento de golpe de Estado, abolición violenta del Estado de derecho y participación en una organización criminal armada, delitos que podrían acarrearle hasta 43 años de prisión.
Los hechos señalados están relacionados con los disturbios ocurridos el 8 de enero de 2023, cuando miles de seguidores del expresidente invadieron edificios gubernamentales en Brasilia. Este ataque ha sido comparado con el asalto al Capitolio de Estados Unidos en 2021, tanto por su contexto político como por su naturaleza violenta.
Bolsonaro no enfrentará el juicio solo. Siete de sus exfuncionarios más cercanos también serán procesados. Entre ellos se encuentran Gen Walter Braga Netto y Gen Paulo Sérgio Nogueira de Oliveira, ambos exministros de Defensa, así como el excomandante de la Marina Almir Garnier Santos. Destaca además el caso del teniente coronel Mauro Cid, quien fungía como asistente de Bolsonaro y ha colaborado con la justicia en el marco de las investigaciones.
De acuerdo con los documentos presentados por la Fiscalía, los acusados habrían planificado, entre otras acciones, el asesinato del presidente Lula da Silva y del juez Alexandre de Moraes. Los supuestos planes incluían el uso de veneno y explosivos, lo cual demuestra el presunto grado de sofisticación en los intentos por desestabilizar el gobierno. Alexandre de Moraes, quien actualmente lidera el caso, es una figura clave en el proceso.
Bolsonaro ha rechazado enérgicamente las acusaciones, calificándolas como una "persecución política" y negando cualquier intento de golpe de Estado. A pesar de haber sido inhabilitado hasta 2030 para ejercer cargos públicos por denuncias de fraude electoral, Bolsonaro ha señalado que planea postularse en las elecciones de 2026.
El panorama político brasileño está marcado por una fuerte polarización. Mientras que Bolsonaro mantiene un importante respaldo por parte de la extrema derecha, el gobierno de Lula enfrenta desafíos relacionados con su baja popularidad. Este contexto ha generado un interés internacional en el caso, considerado uno de los más importantes en la historia reciente de Brasil.
El juicio está previsto para iniciarse en 2025, antes de los comicios presidenciales programados para octubre de 2026. La resolución de este caso podría tener repercusiones significativas en el escenario político de Brasil y en el futuro del expresidente Bolsonaro.
El asalto al Congreso, el Palacio de Gobierno y el Tribunal Supremo en Brasilia, ocurrido el 8 de enero de 2023, es considerado uno de los peores ataques contra la democracia brasileña desde el final de la dictadura militar en 1985.