La detención de menores palestinos por parte de las autoridades israelíes ha sido un tema de preocupación constante para varias organizaciones internacionales de derechos humanos. Según informes de Save the Children y Defense of Children International - Palestine (DCIP), estos menores son sometidos a juicios militares, enfrentando condiciones y procesos que han sido ampliamente criticados. Las detenciones suelen ocurrir durante la noche, en operativos militares que irrumpen en los hogares, generando un ambiente de miedo y ansiedad tanto para los niños como para sus familias.
Los interrogatorios a los que son sometidos estos menores, a menudo sin la presencia de familiares o abogados, incluyen métodos que han sido descritos como tortura psicológica y física. Organizaciones como DCIP han documentado casos en los que los niños terminan confesando delitos que no cometieron bajo la presión de estos interrogatorios. El Servicio Penitenciario de Israel, por su parte, ha negado estas acusaciones, asegurando que los prisioneros y detenidos tienen derecho a presentar denuncias que serán examinadas por las autoridades.
El sistema judicial al que son sometidos estos menores es otro punto de gran controversia. En Cisjordania y Jerusalén Este, bajo ocupación israelí, los palestinos arrestados son juzgados por tribunales militares. Esto incluye a niños de hasta 12 años, quienes pueden ser juzgados y encarcelados. La legislación militar israelí, según denuncias, permite arrestar a palestinos de cualquier edad, y se han registrado casos de niños de hasta 6 años detenidos temporalmente.
Los delitos más comunes por los que son detenidos estos menores incluyen lanzar piedras durante manifestaciones. Las penas por estos delitos pueden ser severas, llegando hasta 20 años de prisión dependiendo de la edad del menor y la naturaleza del delito. Estas condiciones han llevado a que la situación de los menores palestinos en el sistema de detención militar israelí sea objeto de críticas y preocupaciones a nivel internacional.