En Nueva Delhi, India, la contaminación del aire ha alcanzado niveles alarmantes, con el índice de partículas PM2.5 llegando a 806 microgramos por metro cúbico en algunas áreas de la ciudad. Esto representa más de 53 veces el límite diario recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Este aumento en la polución ha obligado a las autoridades locales a tomar medidas emergentes debido a los crecientes riesgos para la salud pública.
Afectando a una población de más de 33 millones de personas, muchas de las cuales carecen de los recursos para adquirir filtros de aire o combatir eficazmente la polución dentro de sus hogares, la situación ha generado una reacción inmediata. Desde el lunes, se ha puesto en marcha la etapa 4 del Plan de Acción de Respuesta Gradual (GRAP), que incluye suspender todas las actividades de construcción y trasladar las clases a una modalidad en línea para todos los grados, exceptuando los grados 10 y 12. Además, se ha prohibido la circulación de camiones no esenciales, permitiendo solo aquellos que transportan productos esenciales.
Las condiciones meteorológicas actuales, con temperaturas más bajas y vientos lentos, han exacerbado la situación, atrapando los contaminantes en el aire. Este fenómeno es recurrente durante los meses de invierno, de octubre a enero, debido a la combinación de factores climáticos y actividades humanas.
Entre las causas principales de la contaminación, se destaca la quema de residuos agrícolas en regiones vecinas, especialmente en Uttar Pradesh. Esta práctica intensifica la polución durante el invierno, cuando el humo permanece en el aire frío. Adicionalmente, las emisiones industriales y la quema de carbón para producir electricidad contribuyen significativamente al deterioro de la calidad del aire.
La Organización Mundial de la Salud ha alertado que la exposición prolongada a la contaminación del aire puede provocar enfermedades graves como accidentes cerebrovasculares, enfermedades cardíacas y cáncer de pulmón. Un estudio publicado en *The Lancet* estimó que en 2019, alrededor de 1.67 millones de muertes prematuras en India fueron atribuibles a la contaminación del aire.
Residentes de Nueva Delhi han expresado su frustración en redes sociales, describiendo la situación como "apocalíptica" y comparando la calidad del aire con una "cámara de gas". Muchos han reportado síntomas de salud como dolor de garganta y tos persistente. Ante esta emergencia, críticos han señalado que las medidas actuales son insuficientes y enfatizan la necesidad de soluciones a largo plazo que aborden las causas fundamentales de la contaminación.
La implementación del Plan de Acción de Respuesta Gradual es vista como un paliativo temporal. Los expertos sugieren que es imprescindible adoptar políticas sostenibles y a gran escala que incluyan la mejora en la gestión de residuos agrícolas, la reducción de las emisiones industriales y el fomento de energías renovables para asegurar una mejora duradera en la calidad del aire.
Mientras tanto, las restricciones impuestas y las recomendaciones para que los niños, ancianos y personas con problemas respiratorios se mantengan en interiores buscan proteger a la población más vulnerable durante este periodo de alta polución. La comunidad internacional observa de cerca los desarrollos en Nueva Delhi, consciente de que la crisis actual refleja un desafío global en la lucha contra la contaminación del aire.