El martes 14 de noviembre, Río de Janeiro alcanzó un récord histórico en su temperatura aparente, llegando a los 58.5 °C, la más alta desde 2014. Esta medida fue tomada por la estación de servicio meteorológico municipal Alerta Rio en Guaratiba. A pesar de que los termómetros marcaban 35.5 °C en ese momento, la combinación de calor y humedad elevó la sensación térmica a niveles extremos.
La ola de calor que afecta a Brasil ha impactado significativamente a Río de Janeiro, que ya había registrado el día más caluroso del año el domingo 12 de noviembre, con una temperatura de 42.5 °C y una sensación térmica de 52 °C el lunes por la mañana. Esta tendencia ascendente en las temperaturas ha puesto a las ciudades brasileñas bajo alertas extremas de temperatura.
Este evento no solo establece un nuevo récord en Río de Janeiro sino que también es el más alto desde que Alerta Rio comenzó a tomar mediciones de temperatura en la ciudad. Los registros anteriores más altos de este año fueron 58.3 °C el 17 de febrero y 58 °C el 4 de febrero, lo que indica un patrón preocupante de temperaturas extremas en aumento.
La intensa ola de calor, que se informa principalmente en el sureste y centro-oeste de Brasil, se espera que continúe durante la semana. La ausencia de nubes en el cielo aumenta la exposición a la radiación solar y la sensación de calor, lo que hace que las condiciones sean aún más peligrosas para la población.