Salud

Acné: Bacterias Genéticamente Modificadas como Nuevo Tratamiento Revolucionario

Un avance significativo en la lucha contra el acné ha sido logrado por investigadores al modificar genéticamente bacterias comunes de la piel para reducir la producción de sebo, abriendo un nuevo camino en los tratamientos dermatológicos.

Salud

Acné: Bacterias Genéticamente Modificadas como Nuevo Tratamiento Revolucionario

Un avance significativo en la lucha contra el acné ha sido logrado por investigadores al modificar genéticamente bacterias comunes de la piel para reducir la producción de sebo, abriendo un nuevo camino en los tratamientos dermatológicos.

“Hemos ingenierado una bacteria que vive en la piel para que produzca lo que nuestra piel necesita para limpiar el acné”

- Nastassia Knödlseder, bióloga sintética de la Universidad Pompeu Fabra en Barcelona.

23/1/2024

El acné, una de las afecciones cutáneas más comunes y frustrantes, podría estar cerca de encontrar una solución innovadora gracias a la biología sintética. Investigadores han logrado modificar genéticamente la bacteria Cutibacterium acnes, comúnmente presente en nuestra piel, para que produzca y secrete una molécula que reduce la acumulación de sebo, una sustancia oleosa que, en exceso, puede bloquear los poros y causar acné.

Este enfoque representa un cambio radical en el tratamiento del acné. Tradicionalmente, los tratamientos severos para esta afección, como los antibióticos, tienden a eliminar bacterias beneficiosas, o en el caso de medicamentos como la isotretinoína, pueden tener efectos secundarios adversos. Sin embargo, la estrategia de modificar genéticamente las bacterias de la piel para combatir el acné desde dentro es una alternativa prometedora que evita estos problemas.

El equipo de investigación, liderado por Nastassia Knödlseder, se inspiró en el mecanismo de acción de la isotretinoína, que activa un gen para producir una proteína llamada NGAL (lipocalina asociada a gelatinasa de neutrófilos), indicando a los tejidos productores de aceite que cesen su actividad. Al lograr que C. acnes produzca NGAL, se abre la posibilidad de tratar el acné sin los efectos secundarios de la isotretinoína.

Los experimentos realizados en cultivos de laboratorio y en modelos animales han mostrado resultados prometedores. La aplicación de la cepa modificada de C. acnes en cultivos de sebocitos (células productoras de sebo) resultó en una reducción significativa de los niveles de sebo. Además, en experimentos con ratones, la bacteria modificada produjo NGAL y se ubicó profundamente dentro de los folículos pilosos, sin causar inflamación incrementada.

Algo Curioso
La idea de utilizar bacterias modificadas genéticamente para tratar enfermedades no es nueva. En el pasado, se han explorado enfoques similares para tratar enfermedades metabólicas y hasta ciertos tipos de cáncer, demostrando la versatilidad y el potencial de la terapia bacteriana.

Innovación y Desafíos en la Terapia Génica para el Acné

La innovación en el tratamiento del acné mediante la modificación genética de bacterias representa un avance significativo en la dermatología. Este enfoque no solo es prometedor por su efectividad potencial, sino también por su naturaleza menos invasiva y más específica en comparación con los tratamientos actuales. Sin embargo, este avance no está exento de desafíos y consideraciones futuras.

Uno de los principales retos es la transferencia de estos hallazgos a aplicaciones clínicas en humanos. Aunque los estudios en cultivos celulares y modelos animales son alentadores, la piel humana presenta diferencias significativas. Es más gruesa y tiene menos folículos pilosos que la piel de ratón, lo que podría influir en la eficacia y distribución de la terapia. Por lo tanto, se necesitan estudios clínicos en humanos para evaluar la seguridad y eficacia de esta terapia genética innovadora.

Otro aspecto a considerar es la aceptación y regulación de estas terapias genéticas. Aunque la idea de modificar genéticamente las bacterias de nuestra propia piel puede sonar futurista, es crucial que estos tratamientos pasen por rigurosos procesos de aprobación y regulación para garantizar su seguridad y efectividad. Además, la percepción pública sobre la terapia genética y su aceptación también jugará un papel importante en la adopción de esta nueva forma de tratamiento.

La posibilidad de resistencia a largo plazo y los efectos secundarios inesperados son también preocupaciones válidas. Aunque la terapia ha demostrado no aumentar la inflamación en los modelos de ratón, es esencial monitorear y estudiar los efectos a largo plazo en humanos para garantizar un tratamiento seguro y efectivo.

El Futuro del Tratamiento del Acné y la Dermatología Personalizada

Mirando hacia el futuro, este enfoque revolucionario para el tratamiento del acné podría abrir la puerta a una nueva era en la dermatología personalizada. La capacidad de modificar genéticamente las bacterias de la piel para tratar afecciones específicas promete tratamientos más dirigidos y personalizados, adaptados a las necesidades individuales de cada paciente.

La personalización del tratamiento del acné podría incluir la adaptación de las cepas bacterianas a las características únicas de la piel de cada individuo, optimizando así la eficacia y minimizando los efectos secundarios. Este enfoque podría extenderse a otras afecciones de la piel, utilizando la microbiota cutánea como un vehículo para la entrega de terapias específicas.

Además, la investigación en este campo podría proporcionar una comprensión más profunda de la relación entre la microbiota de la piel y las diversas afecciones cutáneas. Esto no solo mejoraría el tratamiento del acné, sino que también podría llevar a descubrimientos en el tratamiento de otras enfermedades de la piel, abriendo nuevas vías en la investigación dermatológica.

En conclusión, aunque aún quedan muchos desafíos y estudios por realizar, la modificación genética de bacterias para el tratamiento del acné representa un avance significativo en la medicina y la dermatología. Con el potencial de ofrecer tratamientos más seguros, efectivos y personalizados, este enfoque podría marcar el comienzo de una nueva era en el cuidado de la piel.

Fuentes

ScienceAlert | Nature Biotechnology

“Hemos ingenierado una bacteria que vive en la piel para que produzca lo que nuestra piel necesita para limpiar el acné”

- Nastassia Knödlseder, bióloga sintética de la Universidad Pompeu Fabra en Barcelona.

Jan 23, 2024
Colglobal News

El acné, una de las afecciones cutáneas más comunes y frustrantes, podría estar cerca de encontrar una solución innovadora gracias a la biología sintética. Investigadores han logrado modificar genéticamente la bacteria Cutibacterium acnes, comúnmente presente en nuestra piel, para que produzca y secrete una molécula que reduce la acumulación de sebo, una sustancia oleosa que, en exceso, puede bloquear los poros y causar acné.

Este enfoque representa un cambio radical en el tratamiento del acné. Tradicionalmente, los tratamientos severos para esta afección, como los antibióticos, tienden a eliminar bacterias beneficiosas, o en el caso de medicamentos como la isotretinoína, pueden tener efectos secundarios adversos. Sin embargo, la estrategia de modificar genéticamente las bacterias de la piel para combatir el acné desde dentro es una alternativa prometedora que evita estos problemas.

El equipo de investigación, liderado por Nastassia Knödlseder, se inspiró en el mecanismo de acción de la isotretinoína, que activa un gen para producir una proteína llamada NGAL (lipocalina asociada a gelatinasa de neutrófilos), indicando a los tejidos productores de aceite que cesen su actividad. Al lograr que C. acnes produzca NGAL, se abre la posibilidad de tratar el acné sin los efectos secundarios de la isotretinoína.

Los experimentos realizados en cultivos de laboratorio y en modelos animales han mostrado resultados prometedores. La aplicación de la cepa modificada de C. acnes en cultivos de sebocitos (células productoras de sebo) resultó en una reducción significativa de los niveles de sebo. Además, en experimentos con ratones, la bacteria modificada produjo NGAL y se ubicó profundamente dentro de los folículos pilosos, sin causar inflamación incrementada.

El acné, una de las afecciones cutáneas más comunes y frustrantes, podría estar cerca de encontrar una solución innovadora gracias a la biología sintética. Investigadores han logrado modificar genéticamente la bacteria Cutibacterium acnes, comúnmente presente en nuestra piel, para que produzca y secrete una molécula que reduce la acumulación de sebo, una sustancia oleosa que, en exceso, puede bloquear los poros y causar acné.

Este enfoque representa un cambio radical en el tratamiento del acné. Tradicionalmente, los tratamientos severos para esta afección, como los antibióticos, tienden a eliminar bacterias beneficiosas, o en el caso de medicamentos como la isotretinoína, pueden tener efectos secundarios adversos. Sin embargo, la estrategia de modificar genéticamente las bacterias de la piel para combatir el acné desde dentro es una alternativa prometedora que evita estos problemas.

El equipo de investigación, liderado por Nastassia Knödlseder, se inspiró en el mecanismo de acción de la isotretinoína, que activa un gen para producir una proteína llamada NGAL (lipocalina asociada a gelatinasa de neutrófilos), indicando a los tejidos productores de aceite que cesen su actividad. Al lograr que C. acnes produzca NGAL, se abre la posibilidad de tratar el acné sin los efectos secundarios de la isotretinoína.

Los experimentos realizados en cultivos de laboratorio y en modelos animales han mostrado resultados prometedores. La aplicación de la cepa modificada de C. acnes en cultivos de sebocitos (células productoras de sebo) resultó en una reducción significativa de los niveles de sebo. Además, en experimentos con ratones, la bacteria modificada produjo NGAL y se ubicó profundamente dentro de los folículos pilosos, sin causar inflamación incrementada.

Algo Curioso
La idea de utilizar bacterias modificadas genéticamente para tratar enfermedades no es nueva. En el pasado, se han explorado enfoques similares para tratar enfermedades metabólicas y hasta ciertos tipos de cáncer, demostrando la versatilidad y el potencial de la terapia bacteriana.

Innovación y Desafíos en la Terapia Génica para el Acné

La innovación en el tratamiento del acné mediante la modificación genética de bacterias representa un avance significativo en la dermatología. Este enfoque no solo es prometedor por su efectividad potencial, sino también por su naturaleza menos invasiva y más específica en comparación con los tratamientos actuales. Sin embargo, este avance no está exento de desafíos y consideraciones futuras.

Uno de los principales retos es la transferencia de estos hallazgos a aplicaciones clínicas en humanos. Aunque los estudios en cultivos celulares y modelos animales son alentadores, la piel humana presenta diferencias significativas. Es más gruesa y tiene menos folículos pilosos que la piel de ratón, lo que podría influir en la eficacia y distribución de la terapia. Por lo tanto, se necesitan estudios clínicos en humanos para evaluar la seguridad y eficacia de esta terapia genética innovadora.

Otro aspecto a considerar es la aceptación y regulación de estas terapias genéticas. Aunque la idea de modificar genéticamente las bacterias de nuestra propia piel puede sonar futurista, es crucial que estos tratamientos pasen por rigurosos procesos de aprobación y regulación para garantizar su seguridad y efectividad. Además, la percepción pública sobre la terapia genética y su aceptación también jugará un papel importante en la adopción de esta nueva forma de tratamiento.

La posibilidad de resistencia a largo plazo y los efectos secundarios inesperados son también preocupaciones válidas. Aunque la terapia ha demostrado no aumentar la inflamación en los modelos de ratón, es esencial monitorear y estudiar los efectos a largo plazo en humanos para garantizar un tratamiento seguro y efectivo.

El Futuro del Tratamiento del Acné y la Dermatología Personalizada

Mirando hacia el futuro, este enfoque revolucionario para el tratamiento del acné podría abrir la puerta a una nueva era en la dermatología personalizada. La capacidad de modificar genéticamente las bacterias de la piel para tratar afecciones específicas promete tratamientos más dirigidos y personalizados, adaptados a las necesidades individuales de cada paciente.

La personalización del tratamiento del acné podría incluir la adaptación de las cepas bacterianas a las características únicas de la piel de cada individuo, optimizando así la eficacia y minimizando los efectos secundarios. Este enfoque podría extenderse a otras afecciones de la piel, utilizando la microbiota cutánea como un vehículo para la entrega de terapias específicas.

Además, la investigación en este campo podría proporcionar una comprensión más profunda de la relación entre la microbiota de la piel y las diversas afecciones cutáneas. Esto no solo mejoraría el tratamiento del acné, sino que también podría llevar a descubrimientos en el tratamiento de otras enfermedades de la piel, abriendo nuevas vías en la investigación dermatológica.

En conclusión, aunque aún quedan muchos desafíos y estudios por realizar, la modificación genética de bacterias para el tratamiento del acné representa un avance significativo en la medicina y la dermatología. Con el potencial de ofrecer tratamientos más seguros, efectivos y personalizados, este enfoque podría marcar el comienzo de una nueva era en el cuidado de la piel.

Fuentes

ScienceAlert | Nature Biotechnology

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