El 13 de mayo de 2025, Amazon, compañía liderada por Jeff Bezos, confirmó una colaboración con Humain, empresa tecnológica ligada al príncipe heredero saudí Mohammed bin Salman (MBS), para establecer una Zona de Inteligencia Artificial en el territorio saudí. La iniciativa contempla una inversión conjunta superior a los 5 mil millones de dólares y busca posicionar a Arabia Saudita como un actor relevante en el sector de la inteligencia artificial.
El contexto de este anuncio remite al crimen ocurrido en octubre de 2018, cuando Jamal Khashoggi, periodista del Washington Post —medio propiedad de Jeff Bezos—, fue asesinado y desmembrado en el consulado saudí de Estambul, un acto que fue aprobado por MBS y cuyo cuerpo nunca ha sido localizado. Esta situación agravó las tensiones éticas respecto a las transacciones comerciales y tecnológicas entre Bezos y el régimen saudí.
La inversión anunciada no constituye el primer acercamiento financiero de Amazon al país. En marzo de 2025, la empresa destinó otros 5 mil millones de dólares para la creación de centros de datos en Arabia Saudita, reforzando los planes del reino de modernizar su economía y consolidarse como líder en tecnología e inteligencia artificial. Dichos esfuerzos se ven respaldados por la declaración oficial emitida en 2024, en la que Arabia Saudita estableció como prioridad la construcción de una economía sustentada en la IA.
La inyección de capital saudí en el sector tecnológico internacional se ha intensificado a través del Fondo de Inversión Pública del país, que financia startups directamente o mediante intermediarios como el grupo japonés SoftBank. Este contexto ha suscitado críticas y cuestionamientos hacia empresas tecnológicas y fondos de inversión que buscan beneficiarse de los recursos saudíes, generando debates sobre la viabilidad ética de tales asociaciones.
La sociedad entre Amazon y Humain representa un movimiento estratégico relevante en el ámbito de la innovación tecnológica global, incidiendo también en la discusión sobre la responsabilidad social corporativa en entornos de alta tensión política y ética.