El Banco de la República de Colombia anunció una importante decisión en su última reunión de política monetaria, reduciendo la tasa de interés de 12,75% a 12,25%. Esta acción, que representa un ajuste de 50 puntos básicos, sigue a una serie de reducciones previas, en un contexto donde la inflación ha mostrado signos de desaceleración. La tasa de interés real, que considera la inflación, ha experimentado una disminución significativa, situándose ahora en 450 puntos básicos, reflejando un ambiente económico en transformación.
La medida adoptada por el Banco surge tras un análisis detallado de los indicadores económicos, que señalan una tendencia decreciente en la inflación, la cual se situó en 7,7% anual en febrero. Los expertos del Banco han revisado las proyecciones de inflación, pasando de 5,9% en enero a 5,4% en los informes más recientes. Además, las expectativas de inflación a uno y dos años se han ajustado a la baja, evidenciando una visión más optimista de la trayectoria económica futura.
La decisión no fue unánime dentro de la junta directiva del Banco: mientras la mayoría apoyó la reducción de 50 puntos básicos, hubo voces como la del ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, que abogaron por un recorte más agresivo, proponiendo una disminución de hasta 100 puntos básicos. Esta división de opiniones refleja el debate en torno a la velocidad y magnitud de los ajustes necesarios para equilibrar el crecimiento económico y el control inflacionario.
El Banco de la República ha enfrentado críticas, incluidas las del presidente Gustavo Petro, por mantener altas las tasas de interés en el pasado. Estas críticas subrayan la presión para facilitar condiciones crediticias más flexibles que impulsen el consumo y la inversión, elementos cruciales para la recuperación económica post-pandemia. La reducción de la tasa de interés es vista como un paso en dirección a mitigar estas preocupaciones, apuntando a un equilibrio entre la estabilidad de precios y el fomento de la actividad económica.