En respuesta a los recientes ataques con drones por parte de grupos armados, las Fuerzas Militares de Colombia han decidido robustecer sus capacidades antidrones. El ministro de Defensa, Iván Velásquez, ha subrayado la insuficiencia de las actuales capacidades del Ejército para enfrentar los ataques con drones, los cuales han sido adaptados por disidencias de las Farc para lanzar artefactos explosivos.
En un ataque reciente en la localidad de Argelia, Cauca, varios drones resultaron en daños considerables a múltiples viviendas. Afortunadamente, este ataque no dejó heridos, pero evidencia el incremento de esta táctica de ataque en las tácticas de los grupos armados.
El general Helder Giraldo, comandante de las Fuerzas Militares, anunció la adquisición de equipos antidrones explosivos específicamente diseñados para repeler estos ataques. Estos nuevos dispositivos buscan neutralizar los drones antes de que puedan causar daños mayores, tanto a la Fuerza Pública como a civiles en las zonas afectadas.
El uso de drones ha permitido a las disidencias de las Farc llevar a cabo ataques efectivos en varias regiones del país, principalmente en áreas rurales donde las acciones militares se encuentran en curso. Los artefactos explosivos lanzados desde drones han causado heridas a soldados y amenazado la seguridad de las poblaciones locales.
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, ha comentado sobre la situación, señalando que, aunque el uso de drones no representa un gran desafío para el Estado, la facilidad con la que estos dispositivos pueden ser modificados para llevar a cabo acciones violentas es preocupante. Aun así, Petro ha expresado confianza en la capacidad de la Fuerza Pública para contrarrestar esta amenaza, aunque Iván Velásquez ha resaltado la necesidad de mejorar y actualizar los recursos disponibles.
La implementación de estos equipos antidrones es una respuesta directa a la creciente sofisticación de las tácticas empleadas por los grupos armados, quienes han encontrado en los drones una herramienta efectiva para llevar a cabo sus ataques. Este movimiento hacia el refuerzo de las capacidades defensivas del Ejército es un paso significativo en la lucha contra estas amenazas tecnológicas emergentes.
La adquisición de nueva tecnología antidrones refuerza el compromiso del gobierno colombiano de proteger tanto a la Fuerza Pública como a la población civil de estas tácticas novedosas y peligrosas, haciendo frente a un reto que se torna cada vez más visible y recurrente en el conflicto armado del país.