El reciente descubrimiento de la hormona CCN3, también llamada Hormona Maternal del Cerebro, por parte de los científicos de UC San Francisco y UC Davis, ha trazado un mapa fundamental sobre cómo las mujeres pueden mantener huesos vigorosos durante el período de lactancia, a pesar de las crecientes demandas de calcio derivadas de la producción de leche materna. El estudio, publicado en la prestigiosa revista Nature, señala que esta hormona es producida en el cerebro y actúa sobre las células madre esqueléticas, fomentando la formación de hueso y cartílago.
El papel crucial que desempeña CCN3 durante la lactancia se debe a su capacidad para mantener la fortaleza ósea, incluso cuando el calcio se destina a la producción de leche materna, un hallazgo que podría abrir nuevas puertas para tratar trastornos como la osteoporosis y mejorar la reparación de fracturas. Los investigadores revelaron que este proceso es particularmente activo en mujeres lactantes, asegurando que la estructura ósea no se debilite durante este vital periodo.
La investigación sugiere que la hormona CCN3 tiene potencial terapéutico más allá de las madres lactantes. En estudios de laboratorio con modelos murinos, se observó que mejora la reparación de fracturas, actuando como un factor anabólico que favorece la formación ósea y aumenta la mineralización.
El estudio resalta la intrincada relación entre las hormonas derivadas del cerebro y la salud ósea, especialmente en el contexto de la maternidad y la lactancia. Comprender cómo estas hormonas contribuyen a mantener la integridad ósea es esencial para desarrollar nuevos tratamientos para condiciones relacionadas con los huesos, como la osteoporosis. Los investigadores sostienen que este hallazgo subraya la importancia del CCN3 como un actor clave en la fortaleza ósea durante la lactancia, ofreciendo una perspectiva prometedora para futuras investigaciones y posibles intervenciones terapéuticas.El término "hormona del cerebro materno" refleja el origen cerebral del CCN3 y su especificidad funcional durante la maternidad, una adaptación biológica crucial para la salud ósea de las madres lactantes.