EconomÍa

Director de Petrolera ExxonMobil Culpa al Público por Crisis Climática

Indignación tras las declaraciones del director de Exxon, la cuarta mayor petrolera mundial, quien culpó al público por los fracasos en la lucha contra el cambio climático. Esto a pesar de que Exxon estaba al tanto desde 1970 de los riesgos del calentamiento global, incluyendo su impacto en el medio ambiente y en la salud humana, y trabajó activamente para ocultar esta información.

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Director de Petrolera ExxonMobil Culpa al Público por Crisis Climática

Indignación tras las declaraciones del director de Exxon, la cuarta mayor petrolera mundial, quien culpó al público por los fracasos en la lucha contra el cambio climático. Esto a pesar de que Exxon estaba al tanto desde 1970 de los riesgos del calentamiento global, incluyendo su impacto en el medio ambiente y en la salud humana, y trabajó activamente para ocultar esta información.

"El secreto sucio que nadie quiere hablar es cuánto va a costar todo esto y quién está dispuesto a pagarlo"

- Darren Woods a Fortune.

4/3/2024

Recientemente, Darren Woods, CEO de ExxonMobil, ha provocado una ola de indignación tras señalar al público como el principal responsable de los fracasos en abordar la crisis climática. Según Woods, el verdadero desafío no recae en las empresas petroleras, sino en la disposición del público a financiar la costosa transición hacia energías limpias. Esta perspectiva ofrece un giro controversial a la narrativa predominante, que suele colocar a las grandes petroleras en el centro de la problemática climática debido a sus significativas emisiones de gases de efecto invernadero.

Los comentarios de Woods emergen en un momento crítico, donde la acción climática se considera más urgente que nunca. A pesar de las crecientes evidencias y llamados a la acción, el CEO de ExxonMobil sugiere que la transición energética se ve obstaculizada por una simple cuestión de economía doméstica: la disposición a pagar por combustibles menos contaminantes. Esta afirmación ha sido recibida con escepticismo y crítica por parte de expertos en clima, quienes argumentan que desplazar la responsabilidad hacia los consumidores minimiza el papel que las corporaciones han jugado en la escalada de la crisis climática.

Las declaraciones de Woods no solo han encendido el debate sobre quién debe liderar y financiar los esfuerzos contra el cambio climático, sino que también han puesto en relieve la estrategia de ExxonMobil y otras grandes petroleras de expandir sus operaciones fósiles mientras el mundo se enfrenta a límites de temperatura cada vez más restrictivos. La postura de ExxonMobil, centrada en la expansión de combustibles fósiles y una inversión relativamente menor en energías renovables, refleja una disonancia con las necesidades globales de reducción de carbono y la transición energética.

A lo largo de los años, numerosos documentos y análisis han demostrado que Exxon estaba consciente de los peligros del calentamiento global desde la década de 1970, pero eligió combatir activamente la acción climática y promover la desinformación. Este historial ha alimentado litigios en su contra en todo Estados Unidos, desafiando su narrativa reciente y cuestionando su compromiso con la solución de la crisis que ayudó a crear.

Algo Curioso
A pesar de la creciente presión para que las empresas fósiles asuman más responsabilidad en la lucha contra el cambio climático, ExxonMobil y otras compañías similares continúan invirtiendo masivamente en la expansión de combustibles fósiles, un hecho que plantea cuestionamientos sobre su compromiso real con las soluciones climáticas.

Reacciones Frente a las Declaraciones de Exxon: Entre la Crítica y la Controversia

Las reacciones no se hicieron esperar tras las declaraciones de Darren Woods, donde la responsabilidad de la crisis climática se trasladaba al público. Gernot Wagner, economista climático de Columbia Business School, comparó la postura de Exxon con la de un narcotraficante que se desentiende de los problemas que causa, subrayando la influencia y el poder de decisión que ExxonMobil, como la mayor compañía de petróleo de propiedad inversora, ejerce sobre el mercado y la política energética. Esta comparación resalta la disconformidad con la idea de que el público es el culpable del fracaso en la lucha contra el cambio climático.

Por otro lado, la estrategia comunicativa de Exxon ha sido históricamente objeto de críticas, especialmente por su papel en la promoción de la desinformación climática. Documentos internos revelan que, aunque Exxon conocía los riesgos del calentamiento global desde hace décadas, invirtió en campañas para sembrar dudas sobre la ciencia climática y oponerse a las medidas para reducir el uso de combustibles fósiles. Este enfoque ha sido calificado por expertos como un intento de "lavar su imagen" y ocultar su historial, complicando aún más la percepción pública sobre su responsabilidad en la crisis climática.

La postura de Woods también ha sido criticada por su aparente hipocresía. Mientras ExxonMobil enfatiza su ambición por reducir las emisiones de sus operaciones, continúa apostando por un futuro donde el mundo no siga su ejemplo, permitiéndole continuar vendiendo petróleo. Este enfoque ha sido cuestionado por expertos que señalan la contradicción en promover la expansión de combustibles fósiles mientras se alega un compromiso con la sostenibilidad ambiental.

Además, la resistencia de Exxon a adoptar energías renovables como el viento y el sol, citando la falta de retornos de inversión "por encima del promedio", contrasta con su disposición a invertir en tecnologías más incipientes como la captura de carbono y los combustibles de hidrógeno. Esta selección estratégica de inversiones ha sido vista como una evasión de su responsabilidad en la transición energética necesaria para combatir el cambio climático.

La Historia No Contada: Exxon y su Conocimiento Previo del Cambio Climático

La controversia en torno a ExxonMobil no es reciente. Investigaciones han demostrado que la compañía tenía conocimiento detallado sobre el cambio climático y sus potenciales impactos catastróficos desde la década de 1970. A pesar de ello, optó por desacreditar activamente la ciencia climática y obstruir las políticas de mitigación. Este contraste entre su comprensión científica interna y sus acciones externas ha sido un punto focal en el debate sobre la responsabilidad corporativa en la crisis climática.

Un análisis de 2021 evidenció cómo Exxon minimizó su papel en la crisis climática en sus mensajes al público durante décadas. Según este estudio, la estrategia de la compañía consistió en vender un producto peligroso mientras negaba o minimizaba sus riesgos públicamente. Cuando los peligros se hicieron indiscutibles, Exxon negó responsabilidades y culpó a los consumidores, una táctica que expertos comparan con la de las industrias tabacalera y de armas de fuego.

Otro estudio coautorizado por Naomi Oreskes encontró que los científicos de Exxon predijeron con precisión y habilidad la trayectoria del calentamiento global, para luego pasar décadas sembrando dudas sobre la ciencia y las políticas climáticas para proteger su modelo de negocio. Esta dicotomía entre conocimiento y acción ha alimentado el escrutinio público y legal hacia ExxonMobil y otras empresas fósiles.

A pesar de las críticas, Woods defendió la inversión de Exxon en energías renovables, aunque admitió que la compañía no ve en ellas la capacidad de generar retornos de inversión superiores. Esta postura resalta la tensión entre las necesidades urgentes de la crisis climática y las prioridades comerciales de Exxon, dejando entrever la complejidad de equilibrar la rentabilidad empresarial con la responsabilidad ambiental global.

"El secreto sucio que nadie quiere hablar es cuánto va a costar todo esto y quién está dispuesto a pagarlo"

- Darren Woods a Fortune.

Mar 4, 2024
Colglobal News

Recientemente, Darren Woods, CEO de ExxonMobil, ha provocado una ola de indignación tras señalar al público como el principal responsable de los fracasos en abordar la crisis climática. Según Woods, el verdadero desafío no recae en las empresas petroleras, sino en la disposición del público a financiar la costosa transición hacia energías limpias. Esta perspectiva ofrece un giro controversial a la narrativa predominante, que suele colocar a las grandes petroleras en el centro de la problemática climática debido a sus significativas emisiones de gases de efecto invernadero.

Los comentarios de Woods emergen en un momento crítico, donde la acción climática se considera más urgente que nunca. A pesar de las crecientes evidencias y llamados a la acción, el CEO de ExxonMobil sugiere que la transición energética se ve obstaculizada por una simple cuestión de economía doméstica: la disposición a pagar por combustibles menos contaminantes. Esta afirmación ha sido recibida con escepticismo y crítica por parte de expertos en clima, quienes argumentan que desplazar la responsabilidad hacia los consumidores minimiza el papel que las corporaciones han jugado en la escalada de la crisis climática.

Las declaraciones de Woods no solo han encendido el debate sobre quién debe liderar y financiar los esfuerzos contra el cambio climático, sino que también han puesto en relieve la estrategia de ExxonMobil y otras grandes petroleras de expandir sus operaciones fósiles mientras el mundo se enfrenta a límites de temperatura cada vez más restrictivos. La postura de ExxonMobil, centrada en la expansión de combustibles fósiles y una inversión relativamente menor en energías renovables, refleja una disonancia con las necesidades globales de reducción de carbono y la transición energética.

A lo largo de los años, numerosos documentos y análisis han demostrado que Exxon estaba consciente de los peligros del calentamiento global desde la década de 1970, pero eligió combatir activamente la acción climática y promover la desinformación. Este historial ha alimentado litigios en su contra en todo Estados Unidos, desafiando su narrativa reciente y cuestionando su compromiso con la solución de la crisis que ayudó a crear.

Recientemente, Darren Woods, CEO de ExxonMobil, ha provocado una ola de indignación tras señalar al público como el principal responsable de los fracasos en abordar la crisis climática. Según Woods, el verdadero desafío no recae en las empresas petroleras, sino en la disposición del público a financiar la costosa transición hacia energías limpias. Esta perspectiva ofrece un giro controversial a la narrativa predominante, que suele colocar a las grandes petroleras en el centro de la problemática climática debido a sus significativas emisiones de gases de efecto invernadero.

Los comentarios de Woods emergen en un momento crítico, donde la acción climática se considera más urgente que nunca. A pesar de las crecientes evidencias y llamados a la acción, el CEO de ExxonMobil sugiere que la transición energética se ve obstaculizada por una simple cuestión de economía doméstica: la disposición a pagar por combustibles menos contaminantes. Esta afirmación ha sido recibida con escepticismo y crítica por parte de expertos en clima, quienes argumentan que desplazar la responsabilidad hacia los consumidores minimiza el papel que las corporaciones han jugado en la escalada de la crisis climática.

Las declaraciones de Woods no solo han encendido el debate sobre quién debe liderar y financiar los esfuerzos contra el cambio climático, sino que también han puesto en relieve la estrategia de ExxonMobil y otras grandes petroleras de expandir sus operaciones fósiles mientras el mundo se enfrenta a límites de temperatura cada vez más restrictivos. La postura de ExxonMobil, centrada en la expansión de combustibles fósiles y una inversión relativamente menor en energías renovables, refleja una disonancia con las necesidades globales de reducción de carbono y la transición energética.

A lo largo de los años, numerosos documentos y análisis han demostrado que Exxon estaba consciente de los peligros del calentamiento global desde la década de 1970, pero eligió combatir activamente la acción climática y promover la desinformación. Este historial ha alimentado litigios en su contra en todo Estados Unidos, desafiando su narrativa reciente y cuestionando su compromiso con la solución de la crisis que ayudó a crear.

Algo Curioso
A pesar de la creciente presión para que las empresas fósiles asuman más responsabilidad en la lucha contra el cambio climático, ExxonMobil y otras compañías similares continúan invirtiendo masivamente en la expansión de combustibles fósiles, un hecho que plantea cuestionamientos sobre su compromiso real con las soluciones climáticas.

Reacciones Frente a las Declaraciones de Exxon: Entre la Crítica y la Controversia

Las reacciones no se hicieron esperar tras las declaraciones de Darren Woods, donde la responsabilidad de la crisis climática se trasladaba al público. Gernot Wagner, economista climático de Columbia Business School, comparó la postura de Exxon con la de un narcotraficante que se desentiende de los problemas que causa, subrayando la influencia y el poder de decisión que ExxonMobil, como la mayor compañía de petróleo de propiedad inversora, ejerce sobre el mercado y la política energética. Esta comparación resalta la disconformidad con la idea de que el público es el culpable del fracaso en la lucha contra el cambio climático.

Por otro lado, la estrategia comunicativa de Exxon ha sido históricamente objeto de críticas, especialmente por su papel en la promoción de la desinformación climática. Documentos internos revelan que, aunque Exxon conocía los riesgos del calentamiento global desde hace décadas, invirtió en campañas para sembrar dudas sobre la ciencia climática y oponerse a las medidas para reducir el uso de combustibles fósiles. Este enfoque ha sido calificado por expertos como un intento de "lavar su imagen" y ocultar su historial, complicando aún más la percepción pública sobre su responsabilidad en la crisis climática.

La postura de Woods también ha sido criticada por su aparente hipocresía. Mientras ExxonMobil enfatiza su ambición por reducir las emisiones de sus operaciones, continúa apostando por un futuro donde el mundo no siga su ejemplo, permitiéndole continuar vendiendo petróleo. Este enfoque ha sido cuestionado por expertos que señalan la contradicción en promover la expansión de combustibles fósiles mientras se alega un compromiso con la sostenibilidad ambiental.

Además, la resistencia de Exxon a adoptar energías renovables como el viento y el sol, citando la falta de retornos de inversión "por encima del promedio", contrasta con su disposición a invertir en tecnologías más incipientes como la captura de carbono y los combustibles de hidrógeno. Esta selección estratégica de inversiones ha sido vista como una evasión de su responsabilidad en la transición energética necesaria para combatir el cambio climático.

La Historia No Contada: Exxon y su Conocimiento Previo del Cambio Climático

La controversia en torno a ExxonMobil no es reciente. Investigaciones han demostrado que la compañía tenía conocimiento detallado sobre el cambio climático y sus potenciales impactos catastróficos desde la década de 1970. A pesar de ello, optó por desacreditar activamente la ciencia climática y obstruir las políticas de mitigación. Este contraste entre su comprensión científica interna y sus acciones externas ha sido un punto focal en el debate sobre la responsabilidad corporativa en la crisis climática.

Un análisis de 2021 evidenció cómo Exxon minimizó su papel en la crisis climática en sus mensajes al público durante décadas. Según este estudio, la estrategia de la compañía consistió en vender un producto peligroso mientras negaba o minimizaba sus riesgos públicamente. Cuando los peligros se hicieron indiscutibles, Exxon negó responsabilidades y culpó a los consumidores, una táctica que expertos comparan con la de las industrias tabacalera y de armas de fuego.

Otro estudio coautorizado por Naomi Oreskes encontró que los científicos de Exxon predijeron con precisión y habilidad la trayectoria del calentamiento global, para luego pasar décadas sembrando dudas sobre la ciencia y las políticas climáticas para proteger su modelo de negocio. Esta dicotomía entre conocimiento y acción ha alimentado el escrutinio público y legal hacia ExxonMobil y otras empresas fósiles.

A pesar de las críticas, Woods defendió la inversión de Exxon en energías renovables, aunque admitió que la compañía no ve en ellas la capacidad de generar retornos de inversión superiores. Esta postura resalta la tensión entre las necesidades urgentes de la crisis climática y las prioridades comerciales de Exxon, dejando entrever la complejidad de equilibrar la rentabilidad empresarial con la responsabilidad ambiental global.

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