El fenómeno observado en Buton Island, una isla de 4.400 kilómetros cuadrados con una población aproximada de 450,000 habitantes, se explica por la presencia del síndrome de Waardenburg, una mutación genética hereditaria estimada en 1 de cada 42,000 personas en todo el mundo. Aunque la mayoría de la población indonesia presenta ojos de tonalidad oscura, el síndrome modifica la pigmentación en el iris y puede conllevar también pérdida auditiva.
Muchas comunidades de Buton son pequeñas, tradicionales y viven en relativo aislamiento, propiciando la prevalencia de rasgos hereditarios poco comunes. El 17 de septiembre de 2020, Korchnoi Pasaribu, geólogo y fotógrafo dedicado a documentar la vida rural y las tribus de Indonesia desde septiembre de 2019, registró la singularidad de estos pobladores con ojos azules eléctricos, aportando imágenes que han captado el interés tanto de la comunidad científica como artística.
El síndrome de Waardenburg no solo modifica el color de los ojos; puede causar otras alteraciones fisiológicas de notable impacto en la vida de quienes lo portan, lo que ha aumentado el interés de especialistas en genética y antropología. La presencia de esta condición en Buton Island representa uno de los casos más inusuales de diversidad fenotípica detectados en el sudeste asiático.
El impacto visual, sumado al contexto cultural y geográfico, convierte a esta tribu en un caso de estudio relevante para la comprensión de la genética de poblaciones y la evolución de mutaciones raras en comunidades aisladas. La documentación realizada señala la importancia de la diversidad biológica en el archipiélago indonesio y abre nuevas líneas de investigación acerca de la prevalencia y adaptación de mutaciones como el síndrome de Waardenburg en ambientes insulares.